El decoletaje de piezas permite elaborar partes con diversos tipos de materiales. Se trata de la fabricación y perfilación en serie de piezas metálicas como los tornillos o ejes. Gracias a un sistema de arranque de viruta, es posible crearlas en lotes pequeños, medianos o grandes.
De este tipo de procesos se sirven importantes sectores de la industria, como automovilístico, energía eólica, fabricación de electronica, medicina, aeronáutica y relojería, entre otros. Los expertos de la firma Grumeber aseguran que es un proceso diseñado para crear piezas complejas.
El taller de Grumeber para el decoletaje de piezas
Grumeber es una compañía especializada en los campos del mecanizado y decoletaje de piezas para el sector industrial. Según sus portavoces, cuentan con uno de los mejores talleres del mercado con sistemas productivos totalmente actualizados. Con sus centros de 5 ejes son capaces de producir acabados perfectos y la precisión requerida por cada cliente. Pueden producir piezas de geometrías complejas, desde series pequeñas a medias largas.
Una de las especialidades es el decoletaje de piezas pequeñas en series cortas, que se realiza a partir de barras cilíndricas de distintos materiales. Es una operación que se desarrolla con tornos de mecanizado de control numérico (CNC), con los que se ahorra en costes y tiempos de fabricación. No obstante, los ejecutivos de Grumeber aclaran que lo llevan a cabo manteniendo los altos estándares de calidad.
Dentro del decoletaje, una de las actividades habituales es el tronzado de piezas, que consiste en hacer la separación de la barra con un segador. También llevan a cabo operaciones con técnicas como cilindrado, roscado, taladrado, fresado y brochado. Todas ellas se ejecutan con gran precisión como lo exige cualquier pieza, especialmente las pequeñas en series cortas.
Contar con los expertos
Contratar a una empresa con amplia experiencia en decoletaje es la mejor opción para quienes necesiten todos los suministros para su proyecto industrial. Con empresas con la trayectoria como Grumeber se tiene garantizada la calidad, lo cual será determinante para mantener la maquinaria produciendo según lo proyectado. En este sentido, es un riesgo acudir a cualquier proveedor de los que no se sabe cómo fabricaron sus piezas.
Otra ventaja importante es la posibilidad de contar con piezas totalmente personalizadas en función de las necesidades particulares. Para los expertos de Grumeber esto es importante, porque en su experiencia de más de una década han comprobado que ningún pedido es igual a otro. A la vez, ese conocimiento les permite innovar, aportando soluciones idóneas que muchas veces ni el mismo cliente había pensado.
Un factor clave es que, al ser una empresa especializada, Grumeber está en capacidad de ofrecer precios verdaderamente competitivos. Es una ventaja válida incluso para quienes están fuera de Barcelona, sede de la compañía. Por otra parte, dos factores que han contribuido a su positiva reputación es su respeto y cumplimiento de los plazos y cantidades solicitados por sus clientes.