“No vayas a donde el camino te lleve, ve por donde no hay camino y deja huella”. En esta afirmación del filósofo Ralph Waldo Emerson basa su metodología de trabajo la figura del Interim Manager. El modus operandi y las habilidades y características que definen al Directivo Interino son los aspectos que lo convierten en un perfil de profesional cada vez más deseado por las compañías. De hecho, tal y como constata la Asociación Interim Management España, la demanda del profesional vive un aumento del 40% interanual.
El disfrute de lo desconocido como base del éxito
El Interim Manager es ese Director Ejecutivo que se incorpora en una empresa de forma temporal, pero que no forma parte de la plantilla. La contratación de esa figura externa a través de compañías como Manager in Motion tiene el objetivo de desarrollar un proyecto concreto, como la transformación de la empresa, la implementación de una estrategia específica o la optimización de una unidad productiva, entre muchos otros. Por lo tanto, se trata de un perfil profesional que requiere una serie de soft skills que le permitan disfrutar de lo desconocido y adaptarse a la compañía contratante, a sus valores y a su forma de trabajar.
Un perfil integral con muchas soft skills
Una de las principales características es la voluntad de superación. En ese sentido, las ganas de enfrentarse a nuevos retos en cada proyecto en el que forma parte el Interim Manager le permiten alcanzar los objetivos de la compañía. La orientación al negocio es otra de las habilidades del Directivo Interino. Todas sus decisiones van dirigidas a conseguir el impacto sobre el negocio, necesarias en toda fase de crecimiento o reestructuración.
Por otro lado, el profesional cuenta con unas habilidades operativas y una capacidad de planificación a través de las cuales puede desarrollar todas las fases del proyecto dentro de los periodos establecidos previamente. La capacidad de concretizar es otra de las soft skills imprescindibles de un Interim Manager. Esta habilidad es la que permite que el experto promueva una cultura de la mejora continua en la empresa en todo momento, necesaria para el éxito de la misma.
Todas estas habilidades son las que hacen que el Interim Manager disfrute de lo desconocido y que, consecuentemente, desarrolle con la pasión necesaria su trabajo para que el proyecto para el que ha sido contratado sea exitoso. De todos modos, hay muchas otras habilidades que este profesional requiere, como la empatía, que le permite comprender los requisitos del cliente; la flexibilidad, para reordenar las tareas prioritarias; la adaptabilidad; la capacidad comunicativa, que le permite adaptar su mensaje a todos los miembros de la empresa cliente, y la resolución de conflictos, entre otras.
Así pues, el Interim Manager se trata de un perfil profesional integral que requiere una vasta experiencia para poder ayudar a las empresas a crecer y a diferenciarse del resto en un mercado globalizado cada vez más competitivo.