La figura del influencer se ha consolidado como uno de los pilares más dinámicos del ecosistema digital. Sin embargo, mientras la actividad evoluciona con rapidez y se expande por mercados internacionales, sus estructuras legales y fiscales continúan vinculadas, en muchos casos, a esquemas tradicionales.
En España, numerosos influencers gestionan su actividad como autónomos, asumiendo una carga impositiva considerable y una serie de obligaciones tributarias que no siempre resultan plenamente adaptadas a la naturaleza global y digital de su trabajo. A ello se suma la necesidad de tramitar modelos como el 130 o el 303, además del alta en la Seguridad Social, incluso cuando la actividad se desarrolla íntegramente en entornos virtuales.
Asimismo, la creciente profesionalización del sector plantea la conveniencia de explorar fórmulas jurídicas más acordes a las exigencias de un mercado en expansión. En este contexto, compañías como Wiser Startups proponen alternativas más ágiles: la creación de empresas internacionales desde las que es posible facturar colaboraciones, optimizar impuestos y acceder a nuevas oportunidades profesionales, sin necesidad de residir en el país de constitución. Todo ello, mediante procesos digitales, conformes con la legalidad vigente y ajustados a las necesidades del entorno online.
Con el fin de analizar en profundidad este modelo y comprender sus implicaciones legales, fiscales y estratégicas, se recoge el testimonio de un portavoz de Wiser Startups, la unidad de negocio de Wiser Agency especializada en creación y acompañamiento de startups internacionales. La conversación gira en torno a las ventajas de constituir una empresa fuera de España siendo influencer, los criterios clave para elegir país, el marco legal vigente y la visión de futuro de una industria en plena expansión.
Muchos influencers siguen tributando como autónomos en España. ¿Por qué este modelo resulta poco eficiente para quienes trabajan de forma digital e internacional?
El modelo de autónomo en España fue diseñado para actividades locales y tradicionales, y no necesariamente para una profesión global como la de los influencers. La carga fiscal es elevada y poco flexible, lo que hace que, en la práctica, muchos creadores terminen pagando más impuestos de los que corresponderían a la naturaleza de su negocio.
Además, los trámites mensuales no se adaptan a la realidad de un creador que factura a plataformas y marcas internacionales. Una multinacional americana preferirá trabajar con un creador de contenido con su sede americana, antes que siendo freelancer en España. Se trata de credibilidad y estrategia de expansión.
¿Qué ventajas fiscales y operativas ofrece la constitución de una empresa internacional frente al régimen general de autónomos en España?
Las ventajas son múltiples. A nivel fiscal, una estructura internacional permite optimizar la tributación dentro de los márgenes legales, reduciendo la carga impositiva y aumentando la capacidad de reinversión del creador. A nivel operativo, disponer de una empresa abre puertas a trabajar con grandes marcas, acceder a métodos de cobro globales y transmitir una imagen mucho más profesional.
En definitiva, no se trata de impuestos, sino de operar con un marco más sólido y competitivo.
¿Cuáles son los países más estratégicos actualmente para establecer una empresa siendo influencer, y por qué?
Depende mucho del perfil del creador y de sus objetivos. Irlanda, por ejemplo, ofrece un marco muy atractivo para quienes buscan un entorno europeo con buena fiscalidad y proximidad a España, aunque deben de ser dos socios como mínimo. Estados Unidos, en cambio, es clave para quienes quieren posicionarse en el mercado norteamericano -y mundial- y trabajar con marcas globales.
Otros países como Estonia ofrecen modelos muy ágiles para negocios 100 % digitales. Asia se llevaría el top 1 si se quiere emprender en aplicaciones y plataformas digitales. En todos los casos, lo importante es analizar la situación personal del influencer y escoger la jurisdicción que mejor se alinee con su estrategia de crecimiento.
¿Cómo garantiza Wiser Startups que todo el proceso de creación y gestión empresarial se realice de forma 100 % legal y conforme a la normativa fiscal española y europea?
Nuestro compromiso es ofrecer soluciones transparentes y seguras. Trabajamos con consultores legales y fiscales en cada país para garantizar que las estructuras que proponemos cumplen tanto con la normativa local como con las obligaciones internacionales. Además, acompañamos al cliente en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales en España y en el extranjero, asegurando que todo se realice dentro de la legalidad vigente.
¿Qué impacto tiene este tipo de estructura empresarial en la relación del influencer con marcas, agencias y plataformas de pago globales?
El cambio es notable. Las marcas y agencias prefieren trabajar con empresas antes que con autónomos porque les transmite mayor seguridad, seriedad y estabilidad. De ahí a que los influencers cuenten con agencia. Además, contar con una sociedad facilita el acceso a contratos internacionales, plataformas de pago globales y acuerdos más grandes.
En muchos casos, tener una empresa es el paso que marca la diferencia entre ser percibido como un creador amateur o como un profesional consolidado.
¿Qué nivel de acompañamiento ofrece Wiser Startups tras la constitución de la empresa? ¿Qué papel juega aquí Wiser Agency?
No se trata de abrir la empresa y entregar papeles, sino que ofrecemos un acompañamiento integral. Ayudamos en la gestión contable y fiscal, resolvemos dudas legales y guiamos al influencer en la relación con bancos, plataformas y marcas.
Además, Wiser Agency entra en juego como un socio estratégico en el área de marketing, representación e internacionalización, para que el creador no solo tenga una empresa sólida, sino también un plan real de crecimiento.
Desde vuestra experiencia, ¿cómo se vislumbra el futuro de los influencers en términos de profesionalización, fiscalidad y posicionamiento internacional?
La figura del influencer ya no es una moda: es una profesión consolidada que seguirá creciendo. El futuro pasa por una mayor profesionalización, donde la parte legal y fiscal será tan importante como la creatividad. Quien no adapte su modelo a estructuras internacionales perderá competitividad frente a los que sí lo hagan. Desde Wiser Startups vemos un futuro en el que los influencers funcionarán como auténticas empresas globales, con capacidad de generar empleo, atraer inversión y expandirse en múltiples mercados.
La actividad de los influencers ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una profesión estructurada que genera negocio, crea empleo y mueve audiencias globales. En este escenario, adaptar su modelo operativo al marco de las empresas internacionales permite gestionar de forma más eficiente los impuestos, abrir nuevas vías de monetización y reforzar la imagen profesional ante colaboradores y marcas.
Soluciones como las que propone Wiser Startups están redefiniendo la manera en que se emprende en el entorno digital. La clave ya no es simplemente crear contenido, sino hacerlo desde una base legal sólida, escalable y global.