La popularidad de la pastelería artesanal está aumentando cada vez más en competencia con la industrial. Esto se debe principalmente a que los postres artesanales se elaboran a mano y siguiendo recetas tradicionales, con ingredientes frescos y naturales.
La Pastelería Oiartzun, creadores de emociones dulces, es una pastelería artesana donostiarra, reconocida a nivel local y nacional por la calidad de sus postres, gracias al profundo cuidado que tienen con las materias primas y en los procesos de elaboración de cada elemento de su menú.
Pastelería artesanal vs. industrialización
Hoy en día, un gran porcentaje de las empresas que pertenecen a la industria alimenticia han optado por adaptar sus procesos a la producción industrial, elaborando postres a gran escala en el menor tiempo posible. Esto ha traído como consecuencia que la pastelería industrial deje pasar detalles que a los pasteleros artesanos no se les escapan.
Mientras la producción industrial hace uso de máquinas, saborizantes y conservantes para fabricar sus productos, los establecimientos como las pastelerías artesanales prefieren utilizar ingredientes naturales y frescos, aspecto que se nota en cada bocado del postre. Por esta razón, la pastelería artesanal ha conquistado cada vez a más personas, además de ser una gran alternativa para posicionarse en el mercado.
Adicional a ello, la pastelería artesanal utiliza ingredientes nutritivos en cada una de sus elaboraciones, así como también productos libres de conservantes y alimentos con pocos niveles de grasa, lo que se traduce a un menor consumo de colesterol. Además, sus postres están basados en recetas tradicionales, con una menor cantidad de calorías, lo que permite a la pastelería resaltar entre la competencia.
Elegir la pastelería artesanal
La principal ventaja de la pastelería artesanal es que permite un mayor control de los ingredientes utilizados, ya que no es un secreto que, a nivel nutricional, la industria está por debajo de los artesanos a causa de ello. A su vez, los productos locales y los emprendimientos tienen como misión el vender todos sus productos y así limitar pérdidas.
Por otro lado, la pastelería artesanal promueve el consumo de productos frescos, dejando de lado los aditivos químicos encargados de estabilizar, conservar o dar consistencia a los postres. Asimismo, los procesos de elaboración de postres artesanales también buscan disminuir considerablemente la carga calórica en sus postres o, en su lugar, simplificar las recetas dándole prioridad a aquellos componentes que fueran indispensables y funcionales.
La pastelería artesanal también es una expresión de la identidad de la marca, determinando aspectos característicos de la personalidad de la empresa, así como también puede ser una manifestación de la identidad local, regional y nacional, lo que a futuro pudiese ser una oportunidad de expansión a otra ciudad, estados o, incluso, países.
Sin embargo, más allá de tratarse de productos hechos a mano, el atractivo de la pastelería artesanal son las recetas tradicionales que, por su calidad, sabor y presentación, pueden superar a cualquier producción industrial. Esa es su principal oferta de valor.