La cocina vasca tradicional es sinónimo de autenticidad y sencillez, con recetas que destacan por su respeto a los sabores originales y el uso de ingredientes de primera calidad. En la capital española, Restaurante Órdago se ha consolidado como un espacio donde los amantes de esta gastronomía pueden disfrutar de platos que combinan historia y sabor.
Este establecimiento ofrece a sus comensales una experiencia completa, desde los pescados más frescos hasta platos emblemáticos como las alubias de Tolosa, convirtiéndose en una referencia para quienes buscan cocina vasca tradicional en Madrid.
Platos emblemáticos que celebran la tradición
Órdago se distingue por ofrecer una selección de platos que encapsulan la esencia de la cocina vasca tradicional en Madrid. En su carta destacan las alubias de Tolosa, cocinadas a la perfección, y pescados frescos como la merluza al horno y el sapito o rape, ambos preparados con técnicas tradicionales que resaltan la calidad de las materias primas.
Entre las opciones más solicitadas se encuentran los pimientos de piquillo rellenos de bacalao y la mano de cerdo rellena de mollejas de cordero, que combinan sabores únicos y texturas inigualables. Para quienes prefieren carnes, la chuleta de vaca vieja es una elección clásica que refleja el cuidado y la dedicación que este restaurante pone en cada elaboración.
Vinos, postres y detalles que completan la experiencia
Para acompañar los platos, Órdago ofrece una selección de vinos cuidadosamente elegidos, como El Secreto de María 2019, un Ribera del Duero lleno de matices y elegancia, y Tres Picos, un vino que combina intensidad y carácter en cada copa. Estas opciones complementan a la perfección los sabores de los platos, elevando la experiencia gastronómica a un nivel único y auténtico.
Entre los postres más destacados se encuentran la leche frita, el flan casero y el pastel de frutas, elaboraciones que ofrecen un cierre dulce y tradicional a la comida. Además, el restaurante cuida cada detalle, desde su ambiente acogedor hasta elementos como su pan casero, crujiente por fuera y esponjoso por dentro, que acompaña cada plato de manera ideal.
En definitiva, Órdago se consolida como un espacio donde tradición y calidad se unen para ofrecer una experiencia inolvidable en cada visita.
