Cuando los Bubble Waffles empezaron a ser muy populares en Hong Kong o comenzaron a venderse los Ice Rolls en Tailandia, nadie imaginó que en el siglo XXI estos vendrían a convertirse en todo un negocio de éxito no solo en Oriente, sino también en Europa y América.
La primera empresa en traer tanto los rollos de helado como los Bubble Waffles a España fue LLOOLY. Desde entonces, ha sido un modelo de negocio que no ha dejado de crecer como las burbujas y, con el objetivo de llevar estos dulces a más españoles, ha creado un exitoso modelo de franquicias.
LLOOLY ofrece Ice Roll y Bubble Waflle
A pesar de que los dulces artesanales llevan existiendo mucho tiempo en las calles y locales de Occidente, lo cierto es que los rollos de helado se han convertido en toda una tendencia. Esto no se debe solo a las casi infinitas posibilidades de sabores que ofrece, sino también a que su preparación es uno de los factores que logra atrapar más a los comensales.
La plancha de acero a una temperatura de -40º C, el movimiento de las espátulas de metal mezclando la leche con la fruta y luego cortando el helado para hacer los rollos, es un proceso digno de ver.
De cualquier manera, este negocio indudablemente se encuentra en auge y es por eso que LLOOLY ha desarrollado un modelo de franquicias.
Su objetivo es que otros puedan aprovechar esta popularidad, ofreciendo estos productos bajo la marca de la primera empresa en traer al territorio español no solo al Ice Roll, sino también a otros dulces famosos como el Bubble Waffle.
Beneficios de aprovechar el auge de LLOOLY
Convertirse en franquiciado de LLOOLY es unirse a un negocio de éxito. Esto está directamente relacionado con los beneficios que la marca ofrece a las personas que deseen acceder a una franquicia. En primer lugar, franquiciarse con LLOOLY requiere una baja inversión y, al mismo tiempo, asegura un rápido retorno del capital invertido.
En segundo lugar, dado que se trata de un negocio en pleno crecimiento, asegura una alta rentabilidad.
Otras de las ventajas que ofrece es que es un negocio sin canon de entrada, sin royalties, con un concepto exclusivo y adaptable a cualquier local. Además, la empresa asegura la supervisión integral de apertura, una red propia de proveedores, un concepto exclusivo, masa hecha con una fórmula secreta para mayor exclusividad y posibilidad de llave en mano.
En conclusión, cualquiera que esté buscando invertir en un negocio con rentabilidad asegurada, franquiciarse con LLOOLY es la apuesta ideal con doble oportunidad de éxito, ya que, por un lado, es un negocio en crecimiento y, por otro, ofrece a los franquiciados un servicio exclusivo e integral.