Junto al trigo, la uva es uno de los principales cultivos que conforman la cultura española desde hace cientos de años.
Como consecuencia de su larga tradición, se han elaborado distintos tipos de vinos y su producción se ha extendido a distintas regiones del mundo. En Rueda, un pequeño pueblo de Valladolid, nació en 2018 Lagar de Moha, una bodega familiar y ecológica que elabora vinos ecológicos de excelente calidad. La última novedad es que desde esta semana es el primer viñedo biodinámico de la Denominación de Origen Rueda.
Tradición y calidad
Lagar de Moha es una bodega familiar y ecológica fundada en 2018. Sin embargo, Ángeles y Alberto, sus dueños, siempre tuvieron vinculación con el mundo del vino. Su forma de trabajar consiste en dos pilares. Por un lado, apuntan a elaborar vinos ecológicos de excelente calidad, que solo se logra con el cuidado minucioso del viñedo. Son conscientes que para obtener un gran vino se necesita una gran uva. Por otro lado, buscan poner en valor la tradición vitivinícola de la zona. Para ello, están restaurando de la manera más respetuosa posible una casona bodega del siglo XVIII desde la que elaboran sus vinos. Al mismo tiempo, aspiran a ser vanguardistas haciendo distintas elaboraciones desde las más conservadoras a las más disruptivas y diferenciadoras.
El primer viñedo biodinámico
Más allá de contar con vinos ecológicos con certificación de la Unión Europea, desde esta semana son el primer viñedo biodinámico de la Denominación de Origen Rueda. La biodinámica se rige por el principio de que todo lo que se extrae de la tierra se debe volver a ella, y hace especial hincapié en la interrelación existente entre animales, plantas y suelos, por lo que trata como un sistema en equilibrio a todo el conjunto. En este camino, se debe prescindir de procesos industriales y, en lo posible, de cualquier intervención externa. De este modo, todos los aditivos de fertilización para la producción de un vino biodinámico son de origen mineral y vegetal, y se utiliza el calendario astronómico para regir las épocas de la siembra, de la cura y de la cosecha de la uva.
Sumado a la búsqueda de calidad y excelencia y del cuidado de la ecología, la bodega Lagar de Moha tiene entre sus valores la confianza como base de las relaciones humanas, tanto entre los trabajadores como con el cliente. También, más allá de las tendencias del mercado, busca autenticidad en sus elaboraciones.