Cuidar los huesos con la combinación perfecta de vitaminas D3 y K2.
El verano es la estación del año en la que se pasa más tiempo al aire libre, disfrutando del sol y de actividades en espacios abiertos. Este aumento de la exposición solar tiene un efecto positivo en los niveles de vitamina D, también conocida como “la vitamina del sol”. Sin embargo, para mantener un equilibrio adecuado y maximizar su absorción, es fundamental considerar la combinación de vitamina D3 con K2. Descubrir la importancia de la vitamina D3, su interacción con la vitamina K2 y por qué incluso en verano un complemento alimenticio de vitamina D3 y K2 puede ser beneficioso.
¿Qué es la vitamina D3?
La vitamina D3, o colecalciferol, se sintetiza en la piel mediante la exposición a la luz ultravioleta del sol. Esta vitamina es crucial para la absorción y el metabolismo del calcio y el fósforo, minerales esenciales para la salud ósea.
Beneficios de la vitamina D3
La vitamina D3 presenta una amplia gama de beneficios para el bienestar general:
Salud ósea: La vitamina D3 es esencial para la formación y el mantenimiento de huesos fuertes y densos.
Función inmunológica: Fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a protegerse contra infecciones.
Estado de ánimo y bienestar: La vitamina D3 puede influir positivamente en el estado de ánimo, reduciendo el riesgo de trastornos afectivos estacionales.
Cómo incrementar los niveles de vitamina D
Durante el verano, los días más largos y soleados aumentan la capacidad de nuestro cuerpo para sintetizar vitamina D. Pasar tan solo de 10 a 30 minutos al sol varias veces por semana puede ser suficiente.
A pesar de la abundancia de sol en verano, hay varios factores que pueden influir en los niveles de vitamina D3:
Protector solar: Su uso, necesario para prevenir el cáncer de piel, reduce la síntesis de vitamina D.
Estilo de vida: Las actividades en interiores y el trabajo pueden limitar la exposición solar.
Piel: Las personas con la piel más oscura tienen una capacidad reducida para sintetizar vitamina D.
Además de la exposición solar, existen otras fuentes de vitamina D que pueden ser beneficiosas para mantener unos niveles adecuados de esta vitamina. Pescados grasos como el salmón, la caballa y el atún, junto con las yemas de huevo y los hongos, son alimentos ricos en vitamina D.
Para aquellas personas que no pueden obtener suficiente exposición solar o no consumen estos alimentos regularmente, se recomienda el consumo de un complemento alimenticio de vitamina D.
¿Por qué tomar vitamina D3 con K2?
La vitamina K2 juega un papel clave en la regulación de calcio en el cuerpo, asegurando que se deposite en los huesos y dientes y no en las arterias y otros tejidos blandos. Esto es vital para la salud cardiovascular y ósea.
La combinación de vitamina D3 y K2 es muy potente. Mientras que la D3 mejora la absorción de calcio, la K2 asegura que el calcio se dirija a donde se necesita, es decir, a los huesos, y no se acumule en las arterias, previniendo así la calcificación vascular.
Una excelente opción para mantener unos niveles óptimos de estas vitaminas es la Vitamina D3 con K2 Aldous. Este complemento alimenticio combina ambas vitaminas en las cantidades adecuadas para maximizar su efectividad en la salud ósea y cardiovascular, y se presenta en un envase libre de plástico con 250 comprimidos.
Aunque el verano ofrece una mayor exposición solar, un complemento alimenticio de vitamina D3 con K2 puede garantizar que se mantengan unos niveles óptimos de estas vitaminas, especialmente si hay factores que limitan la síntesis natural de vitamina D. Además, mantener unos niveles adecuados de vitamina D en verano ayuda a asegurar que no bajen drásticamente cuando disminuye la exposición solar en invierno, preparando el cuerpo para la temporada fría.
Por esta razón, considerar un complemento alimenticio de vitamina D3 con K2 es una excelente estrategia para asegurarse de mantener un equilibrio adecuado de estas vitaminas cruciales para la salud ósea y cardiovascular durante todo el año.
