Al comenzar un proyecto, hay miles de cosas que ocupan la mente: conseguir clientes, construir el producto, darlo a conocer… Y en ese camino, casi sin notarlo, se crea algo esencial: la marca.
La marca es ese nombre, logo o eslogan que se utiliza en la web, en redes sociales, en tarjetas o en envases. Es aquello que los clientes comienzan a asociar con el proyecto. Lo que empieza a adquirir valor.
Pero hay una trampa en la que caen muchos emprendedores: creer que por usar una marca ya es propria.
La realidad es distinta. En España, el derecho sobre una marca no se adquiere por usarla, sino por registrarla.
Y si no se hace a tiempo, se puede perder. Así de simple.
¿Por qué registrar una marca?
Registrar una marca no es un trámite burocrático más. Es una decisión estratégica. Es blindar algo que estás construyendo con esfuerzo.
Una marca registrada da:
Derechos exclusivos: nadie puede usar un nombre, logo o símbolo igual o parecido en el sector.
Herramientas legales para defenderse si alguien intenta imitar.
Potencial comercial: se puede licenciarla, franquiciarla o venderla como un activo de la empresa.
Seguridad para crecer sin miedo a conflictos legales o apropiaciones indebidas.
¿Y si no se registra?
El riesgo es real, y le ha pasado a más de uno:
Otro puede registrar una marca igual o parecida… y obligar a dejar de usarla.
Se pueden perder clientes si la marca se confunde con otra.
No se podrá actuar si alguien se aprovecha de la reputación.
Se está dejando sobre la mesa un valor que podría convertirse en ingresos futuros.
¿Y si ya se tiene cierta visibilidad?
Algunos emprendedores creen que, como su marca ya suena en el sector, están protegidos. Es cierto que existe una figura legal para marcas notorias no registradas, pero:
Se aplica solo en casos muy concretos.
Es difícil de demostrar.
No sustituye el registro, que sigue siendo la vía más sólida, directa y económica.
Proteger la marca es proteger el futuro
Registrar una marca es una de esas decisiones que no parecen urgentes… hasta que es demasiado tarde.
Si se está emprendiendo, hay que plantearselo cuanto antes. No solo por evitar problemas, sino por lo que puede significar para el valor y la proyección del negocio.
En ILCOWORKING lo hacen fácil
En ILCOWORKING, el espacio de trabajo compartido en el centro de Madrid, conocen de primera mano las necesidades reales de autónomos y startups. Por eso, colaboran con Acountax, un equipo de expertos en asesoría legal y fiscal especializado en emprendedores.
Desde Acountax ofrecen apoyo completo en el registro de marcas y en la protección legal de tu actividad profesional, garantizando un acompañamiento cercano y resolutivo desde el primer paso.
La marca es más que un nombre. Es identidad, reputación y, si se gestiona bien, una parte clave del valor del negocio. Debe protegerse. Y hacerlo con quienes saben cómo hacerlo bien.