Las dificultades en el procesamiento sensorial pueden ser un indicador o una sintomatología del autismo. No todos los niños con autismo tendrán problemas de integración sensorial, pero los estudios muestran que las tres cuartas partes de los niños con autismo también tienen signos de trastorno del procesamiento sensorial.
Los síntomas más frecuentes son la irritabilidad general, los saltos y la ansiedad, los berrinches, el aislamiento social, los comportamientos impredecibles o la rigidez. También puede producirse la falta de atención, que los niños se distraigan fácilmente, que tengan habilidades de procesamiento lento o problemas para seguir instrucciones. Asimismo, pueden experimentar una baja autoestima y problemas con los sentidos vestibulares.
Información sobre los sentidos vestibulares
Las personas tienen sentidos vestibulares. Estos van más allá de los cinco sentidos comúnmente conocidos. Incluyen información relacionada con la forma en que el cuerpo y las extremidades trabajan juntos y están conectados, así como la orientación del cuerpo con respecto al mundo que lo rodea. Se puede apreciar que existen las siguientes dificultades:
Equilibrio
Las personas pueden tener dificultades con las habilidades motoras gruesas. Pueden tener extremidades temblorosas y chocar contra cosas.
Coordinación
A menudo, existen dificultades para hacer que el lado izquierdo y el lado derecho del cuerpo trabajen juntos. Esto puede dificultar los deportes que involucran la coordinación ojo-mano.
Problemas de motricidad fina
Las personas con SPD a menudo tienen problemas para sostener un lápiz o crayón y, por lo tanto, aprenden a escribir y colorear dentro de las líneas. Pueden tener dificultades para armar rompecabezas y cortar con tijeras.
Acciones desconocidas
Esto puede dificultar el aprendizaje de algo nuevo, ya que el cuerpo no sabe cómo responder.
¿Cuál es el enfoque de intervención que usa el centro E-THERAPYKIDS?
En E-THERAPYKIDS realizan una valoración global, interdisciplinar y multimodal, con una duración de dos horas y media, donde evalúan la sintomatología que presenta el niño o adolescente y cuál es el abordaje terapéutico que se va a dar.
Plantean unos objetivos que se miden al inicio del tratamiento, a los seis meses y al año. Estas mediciones aportan información de la evolución del paciente.
Dependiendo del historial clínico del paciente, las especialidades que intervienen en el tratamiento de un trastorno del neurodesarrollo (autismo o TDA/H) o un trastorno del procesamiento sensorial son:
Terapia ocupacional
Está incluida la terapia de integración sensorial y la implementación de una «dieta» sensorial que ayude con el procesamiento sensorial y la mejora en el funcionamiento de los hábitos y rutinas de la vida diaria.
Terapias de psicología cognitivo-conductual
Pueden ayudar a promover los comportamientos deseados y a disminuir las acciones no deseadas a través del refuerzo positivo.
Terapia logopédica
Para mejorar el lenguaje, la comunicación y disminuir los niveles de frustración, por no ser entendido.
Grupos de habilidades sociales
Para ayudarles a interactuar con sus iguales, tolerancia a la frustración, juego cooperativo, juego simbólico y la enseñanza de habilidades para la vida diaria.
Terapia de psicología sistémica
Ayuda a las familias a aprender cómo trabajar juntos y apoyarse mutuamente, en el desarrollo de su hijo, nieto, sobrino.