Con la llegada del verano, se disparan no solo las temperaturas, sino también los impulsos emocionales y sexuales. Según la psicóloga y escritora Lara Ferreiro, autora del libro: ¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta, este 2025 podría convertirse en “el verano más infiel de la década”.
La afirmación viene respaldada por datos facilitados por Ashley Madison, plataforma internacional dedicada a facilitar encuentros discretos entre personas casadas o en pareja. Según sus estadísticas, durante los meses estivales se ha registrado un aumento récord en nuevas inscripciones y mensajes privados. “Cada verano crecen las aventuras extramatrimoniales, pero este año hemos observado cifras sin precedentes”, afirman fuentes de la aplicación.
Causas multifactoriales: deseo, rutina y oportunidades
Ferreiro señala que el verano actúa como un desinhibidor emocional. “Se combinan el calor, el descanso, el aumento hormonal y las ganas de experimentar. Todo esto dispara el deseo sexual y reduce el control racional, lo que propicia comportamientos infieles”, explica la experta.
Entre las principales causas que explican este fenómeno, la psicóloga enumera varios factores clave: Más tiempo libre, más tentaciones. Las vacaciones abren espacios personales que, a menudo, facilitan el encuentro con nuevas personas. Las redes sociales, plagadas de imágenes veraniegas, cuerpos bronceados y ambientes festivos, alimentan el deseo y la fantasía.
“La atracción es natural; el problema surge cuando no sabemos qué hacer con ese impulso”, afirma Ferreiro. En ese sentido, aplicaciones como Ashley Madison se convierten en una vía de escape para quienes buscan discreción sin romper su relación formal.
El impulso de lo nuevo
El verano es también un periodo de cambio. Muchas personas alteran su aspecto, sus rutinas e incluso su entorno. “Ese deseo de renovación se traslada con frecuencia al terreno sentimental y sexual”, apunta la psicóloga. Según un estudio de Ashley Madison, un 57% de sus usuarios indica que la monotonía y la falta de atención en el hogar son los principales motivos para buscar aventuras fuera de la pareja.
Infidelidad como alternativa económica
El componente económico tampoco es menor. Desde la plataforma aseguran que mantener una relación paralela puede costar menos de 5.000 euros al año, mientras que un divorcio puede superar los 17.000 euros anuales. Para muchas personas, la infidelidad representa una salida emocional más accesible.
Aumento hormonal y cambios biológicos
Desde un punto de vista fisiológico, el aumento de temperaturas estivales favorece la producción de testosterona, lo que incrementa el deseo sexual en ambos sexos. “Es lo que denomino el efecto estacional del deseo”, indica Ferreiro, quien sostiene que cuerpo y mente se sincronizan en esta época del año para buscar experiencias nuevas.
Libertad temporal y “licencia vacacional”
La relajación de rutinas durante el verano —especialmente en lo relacionado con horarios laborales y familiares— permite una mayor flexibilidad y libertad de movimientos. Las escapadas sin pareja, los viajes con amigos y la reducción del control mutuo generan un contexto propicio para conductas que durante el resto del año ni se plantearían.
“Muchas personas sienten que, al cambiar de ciudad o país, sus acciones tienen menos consecuencias. Es lo que llamo la ‘licencia vacacional’”, explica la psicóloga.
El alcohol y la desinhibición
El consumo de alcohol, habitual en eventos estivales, es otro factor que contribuye al fenómeno. Según datos de Ashley Madison, el 65% de las infidelidades veraniegas comienzan bajo los efectos del alcohol, en contextos de fiesta o celebración.
Apps de citas en auge
El verano también marca el punto álgido de actividad en plataformas de citas. Ashley Madison ha registrado un aumento del 35 % en mensajes enviados durante julio y agosto, siendo España el país europeo con mayor actividad en la app durante estos meses.
“La gente busca conexión inmediata, discreción y facilidad. En el verano se despiertan deseos que durante el año permanecen latentes”, afirma Ferreiro.
La huella digital de las infidelidades
En la era digital, la infidelidad también deja rastro. El 63% de las aventuras son descubiertas a través de señales tecnológicas: mensajes sospechosos, ubicaciones compartidas por error, fotos compartidas en redes o incluso «likes» poco discretos. “Las redes sociales son el medio de pesca de un amante”, afirma Ferreiro.
¿Hacia un nuevo modelo de relación?
Para la psicóloga, la infidelidad no siempre responde a un deseo de traición, sino que suele ser un síntoma de necesidades emocionales insatisfechas, aburrimiento o falta de comunicación. Ante este panorama, cada vez más parejas optan por modelos relacionales alternativos como el poliamor, las relaciones abiertas o acuerdos consensuados personalizados.
“No se trata de fomentar la infidelidad, sino de promover la sinceridad y redefinir las reglas para adaptarlas a la realidad emocional de cada persona”, subraya Ferreiro.
Con este contexto, el verano de 2025 no solo promete altas temperaturas, sino también un repunte de deseo, crisis y exploraciones sentimentales. Para quienes se sienten atraídos por nuevas experiencias, plataformas como Ashley Madison representan una alternativa discreta y sin compromisos.
