El sistema de creencias está fundamentado en las que se ha heredado, y puede que no estén alineadas con el sistema de reglas y valores mediante el que se vive la vida, provocando desequilibrio emocional y conflicto interno. A pesar de que el contexto y los avances sociales son fundamentales para construir una identidad propia y fortalecer los rasgos de personalidad individual, las creencias heredadas continúan jugando un papel fundamental en el desarrollo del ser y su entorno. Estas creencias construyen patrones que se repiten por generaciones y perpetúan actitudes y situaciones que impiden el crecimiento espiritual e intelectual, afectando el bienestar emocional de las personas. Es por esto que facilitadores expertos en procesos profundos de transformación personal como Iván Álvarez Martínez, se han propuesto explicar cómo cambiar las creencias heredadas, estudiando algunas de las características de su configuración.
Patrones sociales y familiares
Las creencias heredadas forman parte de aquel legado que se transmite por vías de interacción distintas al conocimiento académico, ya que se forman directamente de las estructuras de crianza y de habitabilidad del mundo. La educación tradicional, la familia y el contexto son las principales fuentes de este tipo de saberes, ya que de estos tres actores depende la construcción armónica de una sociedad en la que todos los miembros puedan convivir. Las creencias heredadas, a su vez, están diseñadas para construir un sistema de valores con el que se espera que cualquier grupo social pueda lograr el equilibrio y establecer los elementos necesarios para que cada uno de sus miembros logre adaptarse al colectivo. A diferencia de su interés original, estas creencias se han convertido en reglas inamovibles y limitantes que dictan una única forma de comportarse, de crecer profesionalmente y de obtener el tan ansiado éxito, dejando por fuera otras alternativas de vida que se escapan al estereotipo, mientras se persigue la diferencia.
En consecuencia, el desarrollo personal y social se ve afectado de raíz, ya que con estas situaciones se inhiben la creatividad, la innovación y la diversidad de ideas; dejando vía libre a la legitimación de las desigualdades y a la consolidación de conductas violentas derivadas de fenómenos sociales como el machismo, el racismo, la xenofobia, la homofobia, la presión familiar, etc.
Romper con las creencias heredadas es la clave para hacer frente a todos estos fenómenos, permitiendo que las personas puedan explorar todo su potencial y, a su vez, construyendo una sociedad más armónica que respete la diferencia y aproveche las cualidades individuales de sus miembros.
Talleres sobre creencias heredadas
Teniendo en cuenta esto, Iván Álvarez Martínez diseñó un completo programa de guía espiritual y desarrollo emocional enfocado en la detección y ruptura de aquellas creencias heredadas que limitan y que no permiten un pleno conocimiento de la experiencia humana.
En este programa es posible reconocer las propias reglas y sus lazos de conexión con el pasado, de manera que se puedan intervenir ciertos valores que generan desequilibrios y evitan el pleno surgimiento del ser. Álvarez espera que con sus talleres, las personas puedan alcanzar su potencial, mientras reflexionan sobre aquellas situaciones del pasado que les impiden crecer individual y colectivamente.
