La cocina andaluza mantiene un vínculo profundo con la memoria familiar y las tradiciones transmitidas a lo largo del tiempo. En esta herencia gastronómica se encuentra el ajoblanco, una elaboración que forma parte del recetario popular y que ha acompañado generaciones en muchas regiones del sur peninsular. Dentro de esta tradición, la crema de ajoblanco artesanal ha encontrado en el municipio de Benamocarra una expresión fiel a sus raíces, gracias al legado de una familia que ha conservado intacta su fórmula original.
Ajoblanco Doña Amelia elabora hoy esta crema siguiendo el método que inició Dolores, abuela de la familia, quien preparaba esta receta a diario en un entorno rural y familiar. Su hija Amelia aprendió a reproducirla con precisión, manteniendo proporciones, ingredientes y tiempos de preparación sin alteraciones. Actualmente, es el nieto quien continúa este proceso con el mismo rigor, elaborando cada lote de forma manual y en pequeñas cantidades, respetando la técnica original que se ha mantenido inalterada durante décadas.
Un proceso artesanal con ingredientes naturales en la Axarquía
La elaboración de esta crema de ajoblanco artesanal se realiza en Benamocarra, una localidad de la comarca de la Axarquía, en la provincia de Málaga. Se utilizan ingredientes naturales: almendra, ajo, pan, vinagre, aceite de oliva virgen extra y sal. El producto final no contiene aditivos, colorantes ni ingredientes añadidos. Esta práctica responde a un compromiso con la autenticidad del sabor, la integridad del producto y el respeto por la tradición.
Cada elaboración se realiza manualmente, sin procesos mecanizados. Este método garantiza que el resultado conserve las cualidades originales de una receta que no ha sido adaptada ni modificada con el paso del tiempo. La fidelidad al origen no es solo una elección gastronómica, sino también una declaración de principios sobre cómo preservar el legado cultural de una familia vinculada desde siempre a la cocina andaluza.
Una receta que conecta memoria, territorio y sabor
El ajoblanco de Doña Amelia no responde a tendencias ni se adapta a exigencias de mercado. Su propósito es mantener vivo un sabor que representa no solo una preparación culinaria, sino una historia transmitida entre generaciones. La conexión entre gastronomía, territorio y familia se expresa en cada elaboración, convirtiendo esta crema en un reflejo sincero de la cocina tradicional andaluza.
En un momento en el que lo artesanal adquiere un valor renovado, la crema de ajoblanco artesanal de Doña Amelia continúa elaborándose con la misma dedicación con la que fue creada por primera vez, reafirmando su compromiso con la autenticidad, la memoria y el sabor.
