El nacimiento de un nuevo miembro en la familia supone un acontecimiento que, además de proporcionar felicidad, conlleva muchos cambios que todos los integrantes deben asumir.
Cuando los niños son pequeños es normal que la llegada de un hermano menor empiece a generar ilusión en ellos. Sin embargo, el hecho de compartir juguetes, cariño, atención y, en ocasiones, habitación, puede generar celos que a los padres les resultan difíciles de gestionar.
En estos casos, es aconsejable apoyarse en profesionales. El Instituto Psicológico Cláritas cuenta con un equipo de psicólogos en Madrid que ofrece la orientación necesaria para ayudar a los padres a canalizar esta situación de la mejor forma.
Es común que aparezcan celos entre hermanos
A medida que la familia se va incrementando, es común que los hermanos mayores sientan que dejan de ser el centro de atención. Además, las comparaciones empiezan a generarse y, cuando suelen ser recurrentes, llegan los celos tanto emocionales como materiales.
Una de las recomendaciones que los padres deberían poner en práctica en situaciones como estas es proporcionar un rol a cada hermano. De esta manera, podrán sentirse seguros y entender cuál es el papel que desempeñan en el grupo familiar.
También ayuda que los padres traten de incluir a los hermanos en situaciones que se generan cuando otro de ellos requiera más atención en un determinado momento. Así se evita dejarlos de lado completamente y que esto haga aflorar los celos, ya que se les enseña que pueden decidir si quieren formar parte o no de la actividad.
Reforzar los roles de cada uno de los miembros de la familia
A los niños les gusta sentirse queridos e importantes. Por ello, es fundamental elogiar la etapa en la que se encuentran y el rol que han asumido como hermanos mayores. De este modo, se sentirán más seguros dentro del núcleo familiar.
Por otro lado, como uno de los puntos conflictivos que detonan los celos entre los hermanos es la atención de los adultos. Es recomendable hablar con los familiares y amigos cercanos para que no intenten enfocarse solamente en el nuevo miembro de la familia. En caso de que esto ocurra, los padres pueden prestar atención a las necesidades de los hermanos que se sientan menos atendidos en esos momentos para evitar el enfado o la tristeza. Poner en práctica estas recomendaciones no suele ser sencillo, pero de la mano de los especialistas del Instituto Psicológico Cláritas pueden despejarse todas las dudas que surjan.