Para muchos, el producto más emblemático de la gastronomía española es el jamón serrano. Esta es una herencia medieval que en esta temporada se mantiene más viva que nunca y que cada día aumenta más su fama alrededor del mundo.
El nombre de ‘serrano’ se refiere al lugar donde originalmente se empezó a producir la cultura de salar y madurar estas piezas de cerdo. Este proceso se realizó desde un principio en las serranías de lo profundo de las frías y secas cordilleras españolas y se trata de una actividad de curación artesanal y ancestral.
¿Por qué es necesario certificar la calidad del producto?
Al ser un producto tan emblemático y con tanta aceptación a nivel nacional y mundial, comprar jamón no es una tarea para dejar al azar o, mejor aún, dejar en manos de la buena voluntad de un vendedor que no sea de confianza. En los últimos 40 años, una cadena de tiendas especializada se ha esmerado para acercar este preciado alimento a los consumidores. Bajo la filosofía de darle un “nombre propio” al jamón español, la red de tiendas Enrique Tomás expende por medio de unos 100 establecimientos este producto.
A través de sus locales, la gente tiene la oportunidad de comprar jamón en todas las presentaciones y tipos disponibles. Uno de los mayores valores de esta marca es el riguroso proceso de control de calidad que repite constantemente a sus clientes. Ese control consiste en un triple proceso de selección que comienza con los productores y se sigue cuando el producto llega a las tiendas, para ofrecerle a los clientes las mejores piezas de calidad indiscutible.
El Jamón Zero Cero es el nuevo lanzamiento de la firma
La cadena Enrique Tomás cuenta con un e-commerce, junto con una red de locales físicos en España y grandes ciudades como Dallas y Ciudad de México. En estos lugares, la marca comercializa sus ya emblemáticos, Jamón Gran Reserva, Jamón Ibérico de Cebo y el Jamón Ibérico de Cebo de campo. De la misma forma, en Europa esas versiones se hallan en paletas y ambas en sus 4 sabores característicos: suave, intenso, aromático y sabroso. El portafolio de sus tiendas lo completan con embutidos que se expenden en distintas presentaciones, según las necesidades de los clientes.
Uno de los últimos lanzamientos que ha tenido más éxito ha sido el Jamón Zero Cero, con mucha menos grasa y azúcar, especialmente elaborado para las personas que siguen dietas estrictas o no pueden saborear este exquisito producto por ciertas cuestiones dietéticas o deportivas. Se trata de un jamón con todo el sabor que caracteriza a Enrique Tomás y con alto contenido de proteínas, totalmente recomendable para aquellos que quieren cuidar su línea.
La producción y comercialización del jamón aparece como una actividad institucionalizada y reglada que se ha convertido en un patrimonio gastronómico gracias a la calidad y los servicios que ofrecen compañías de gran trayectoria como Enrique Tomás.