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Respaldada por un consenso sin precedentes entre Gobierno, sindicatos y patronales, y tras una compleja aprobación parlamentaria, la nueva reforma laboral es ya una realidad consolidada que aborda muchos de los grandes problemas estructurales del mercado de trabajo en España, definido desde hace años por las altas tasas de paro (14,5% de la población activa) y la temporalidad (26% de contratos eventuales).
Para conocer en detalle las implicaciones que este nuevo entorno legal representa para las empresas y los trabajadores, Adecco, líder mundial en la gestión de recursos humanos, y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) han organizado la jornada “Reforma laboral. Un nuevo mercado de trabajo para la recuperación económica”, que ha tenido lugar esta mañana en Valladolid y que ha reunido a más de 60 empresarios y directores de RRHH de la zona. Una iniciativa con la que acercar a las organizaciones la nueva realidad normativa y sus obligaciones como agentes empleadores.
Alejandro Santos, director de APD Castilla y León, ha sido el encargado de dar la bienvenida al evento de hoy, y presentar los puntos fuertes de la jornada. Santos ha señalado que “se trata de una reforma laboral fruto del acuerdo entre los principales agentes sociales y que tratará aspectos fundamentales de nuestro mercado de trabajo”.
Tras él ha intervenido José Julián Nieto, director territorial de Adecco Castilla Noroeste, quien ha puesto el foco en la importancia del consenso que trae esta reforma laboral señalando que “abordará algunos de los principales problemas estructurales del mercado de trabajo como las elevadas tasas de desempleo, la alta temporalidad y cuestiones capitales como la negociación colectiva o la ultraactividad, o los mecanismos red, con el objetivo de estar alineados con las directrices que marca la Unión Europea. Es precisamente este propósito el que hace evolucionar el marco de la gestión de la temporalidad y va a requerir una gestión profesional de la misma haciendo hincapié en el modelo de causalidad, por el que Adecco, en particular, ha abogado siempre. Seguro que no es 100% la reforma que ningún agente social tenía en la cabeza antes de arrancar las negociaciones, pero ese es el verdadero valor del dialogo social”.
Nieto ha señalado que “las empresas están abocadas a disponer de mecanismos de flexibilidad que les permitan manejarse en entornos que si antes llamábamos VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), ahora han pasado a denominarse entornos BANI, que nacen para dar respuesta a situaciones como las que estamos viviendo (pandemia, postpandemia, conflicto bélico, incremento de los precios de la energía que están afectando a nuestra región, y un largo etcétera) que no solo son difíciles de predecir y comprender, sino que son caóticas, completamente impredecibles e incomprensibles”.
El directivo de Adecco ha ejemplificado estos entornos con casos concretos de la autonomía castellanoleonesa: “No necesitamos ir muy lejos en una comunidad como Castilla y León, en la que la industria de la automoción es tan relevante -más del 20% de la capacidad nacional para la fabricación de vehículos se encuentra en la región-, para darnos cuenta de que antes de haber sido capaces de superar los problemas de suministro vinculados a los semi conductores que ha tenido un impacto tan importante en la producción de vehículos y en consecuencia sobre las plantillas, ya nos estamos enfrentando a nuevos problemas de abastecimiento, derivados en este caso de la guerra en Ucrania. También el sector de la alimentación, con más del 14% de VAB de la región y empleando a más de 144.000 personas se está viendo afectado”.
“Y con este entorno, la reforma tiene que servir como elemento impulsor en la creación de empleo en los momentos de crecimiento y sortear con flexibilidad los momentos de contracción del negocio, porque está claro, que ambas situaciones nos acompañaran en el futuro”, ha concluido el director territorial de Adecco.
A continuación, la directora general de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales de la Junta de Castilla y León, Inmaculada Martínez, ha inaugurado la jornada y ha señalado que “se trata de una norma fundamental y para conocer su espíritu debemos saber cómo se ha gestionado y aquí están los representantes que han negociado esa ley. Nuestra Constitución define perfectamente cuáles son las competencias de legislación en materia laboral y estas emanan del Estado, y las CC.AA. asumimos la ejecución de esa ley. En el Estatuto de Autonomía de Castilla y León se habla de los derechos que los trabajadores de la región tienen de cara al acceso a un empleo de calidad (en términos de igualdad por ejemplo), del derecho a la formación, la creación de empleo estable y seguro, el fomento del dialogo social, el desarrollo del tejido empresarial… es decir, el contexto en el que movemos es la promoción del empleo de calidad, seguro, saludable, el fomento de la formación continua y también el fomento del diálogo social. Partimos de un contexto que ya promueve estas cosas en nuestra región antes de la reforma”.
“En Castilla y León somos 10 autoridades laborales y tenemos muchas opiniones diferentes por lo que es complicado a veces llegar a acuerdos, aunque se intenta continuamente. La Administracion tiene que aplicar las normas, pero la nueva coyuntura ha traído muchas normas distintas, leyes (uso de los ERTEs, etc.) y la Administración tiene que ser capaz de adaptarse al contexto cambiante y ser suficientemente flexible. Además, las diferentes administraciones debemos coordinarnos. Cuando comenzó la pandemia, la tramitación masiva de ERTE, el acompañamiento a empresas y trabajadores nos obligó a poner en marcha ciertos principios teóricos de forma urgente porque no había tiempo para pensar y aquí la coordinación entre administraciones fue muy importante (con el SEPE, con la Tesorería de la Seguridad Social, etc.) Sin coordinación, no se podrían sacar adelante y con éxito las normas”, ha insistido la directora general de Trabajo.
“Esta coordinación también es fundamental para interpretar y aplicar la reforma laboral porque hay muchos conceptos ambiguos, por ejemplo, el concepto de “fuerza mayor”, los juristas tendrán que definir qué significa eso y en qué casos se aplica”, ha concluido la directora general de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales de la Junta de Castilla y León.
La visión de patronal y sindicatos
La jornada ha contado con dos mesas de debate. La primera de ellas ha estado moderada por la periodista Marisa Vázquez, directora de informativos de RTVCYL, y han intervenido, primero, Santiago Aparicio, presidente de CEOE Castilla y León, y después, Faustino Temprano, secretario general de UGT y Vicente Andrés, secretario general de CCOO. Ellos han abordado aspectos como el impacto de la normativa en las empresas castellanoleonesas y el papel de los sindicatos en la nueva negociación colectiva.
En su intervención, Santiago Aparicio, presidente de CEOE Castilla y León, ha afirmado que “tras una negociación ardua hemos llegado a la actual reforma laboral. Es una normativa laboral en la que estamos de acuerdo las tres partes implicadas en la negociación. Es un acuerdo histórico y es importante resaltarlo. Ahora nos encontramos en una situación de inestabilidad internacional debido a la guerra, además hay otros elementos desestabilizadores como la subida del SMI o la escalada de los precios de la energía, la huelga de los transportistas, etc. y que no ayudan a la recuperación económica”.
“La reforma asegurará la competitividad de la empresa y mejorará su productividad y como consecuencia atraerá la inversión extranjera de nuevo, consecuencia que para nuestra región es fundamental. Esta reforma está vinculada a la consecución de los fondos económicos de recuperación de la Unión Europea y eso ha cambiado el escenario en el que se ha negociado: teníamos una alta tasa de temporalidad, debíamos cambiar los modelos de contratación para fomentar la contratación indefinida y la de los jóvenes. Y esto traerá un cambio de cultura en el uso que se hace de los recursos humanos”, ha seguido Aparicio.
“Para garantizar la recuperación de nuestra economía es imprescindible generar un clima de seguridad jurídica que impulse las inversiones y refuerce la seguridad de empresas y trabajadores. Será clave ante la incertidumbre apostar por esa inversión. Debemos apostar por políticas de reindustrialización y también por recuperar el talento que se nos ha ido fuera, por la formación continua de trabajadores”, ha insistido Salvador Aparicio.
“Los primeros meses del año son esperanzadores si los comparamos con los del año anterior pero no debemos perder el foco de la realidad que tenemos, nada esperanzadora. No compartimos el entusiasmo del Gobierno sobre que los datos de contratación indefinida de los primeros meses son consecuencia de la reforma laboral. Eso tendremos que valorarlo a partir del día de mañana que es cuando la norma entra en vigor realmente. Desde CEOE pedimos al Gobierno que las empresas dejemos de ser la diana de muchas de sus políticas intervencionistas y seamos el espejo de la creación de empleo”, ha concluido el representante de la patronal regional.
Por su parte, Faustino Temprano, secretario general de UGT, ha señalado que “en nuestro país las asociaciones empresariales y las sindicales somos muy importantes, así como el diálogo social (la reforma ha sido posible gracias a ese diálogo, dejando cada uno de lado sus objetivos y pensando en el bien del país). En general, estamos contentos con el resultado de esta reforma laboral porque se han pactado los tres puntos que nos exigía Europa, otra cosa distinta será la aplicación que se haga de ella a partir de mañana”.
“En materia de despedidos, nos gustaría volver a tocar este tema y legislar la causalidad de los despidos, pero queremos negociarlo a través de la mesa del diálogo social para que haya acuerdo entre los interlocutores sociales y no que el Gobierno tenga que legislar. En Castilla y León tenemos el SERLA que es beneficioso para empresas y trabajadores y al que esperamos poder seguir acudiendo en los próximos años de cara a lo que pueda pasar con la formación del nuevo gobierno. Si es verdad que por parte de la Consejería de Empleo van a hacer lo que llevan en su programa electoral (destruir el diálogo social) nos tendrán enfrente”, ha señalado Temprano.
Por otro lado, Vicente Andrés, secretario general de CCOO, ha destacado que “la reforma laboral tiene tres patas que sacarán a España del vagón de cola en materia laboral de Europa (teníamos una alta temporalidad, salarios poco competitivos, etc.). Además, se han conseguido otros importantes hitos: la ley de los riders, la ley del teletrabajo, la ley sobre las pensiones… hay una secuencia de acuerdos previos a la reforma laboral, que es la culminación de estos acuerdos, que nos hará dar un cambio radical en materia laboral y apunta a una mejora sustancial de las condiciones de trabajo”.
“Nosotros no renunciamos a alcanzar un acuerdo con el que derogar por completo la reforma laboral anterior pero ese tema no estaba planteado en esta mesa de negociación, la prioridad era dar solución a los retos que nos planteaba la UE, y además, sabíamos que en estos puntos, patronal y sindicatos podríamos llegar a acuerdos. Por el tema de despidos, más allá de la cuantía, nos gustaría que estos estuvieran debidamente justificados cuando se produzcan. Los sindicatos tenemos vocación de pacto, siempre buscamos el acuerdo, negociar y pactar para producir el avance de los trabajadores hacia un empleo de calidad, con salarios dignos, etc. El mundo empresarial tendrá algunas reticencias a la hora de contratar indefinidamente a trabajadores, pero la patronal está animando a cumplir la ley por lo que la mayoría de empresarios/as acatará la reforma laboral”, ha valorado Andrés.
“En Castilla y León tenemos un problema muy serio. Llevamos tiempo fomentando un diálogo social sano y amplio, con espacios de colaboración, leyes acordadas y aprobadas después por unanimidad en las Cortes que ahora venga un partido político que diga que va a destruir todo esto es un problema muy serio porque la existencia de los sindicatos está amparada en la legalidad, se recoge en la Constitución eliminar el diálogo social es impensable”, ha incidido el secretario general de CCOO.
La visión de los juristas
La segunda mesa ha estado moderada por Santiago Soler, secretario general del Grupo Adecco, y se ha centrado en aspectos como la contratación y subcontratación, la negociación colectiva o los mecanismos red. Han intervenido los juristas Ignacio Sánchez, counsel de Garrigues, Sandra Gómez, socia senior laboral de Deloitte, y Juan Antonio Saldaña, abogado de Bachiller, De la Rosa, y Saldaña Abogados.
En palabras de Santiago Soler, secretario general del Grupo Adecco: “La reforma afecta a capítulos importantes del modelo de relaciones laborales: temporalidad, subcontratación, negociación colectiva, flexibilidad, etc. Hay un objetivo claro de reducir la temporalidad dado que multiplicamos por dos la media comunitaria. El reto consiste en conseguir que esa reducción se vea acompaña de creación de empleo. Por eso seguimos insistiendo en la conveniencia de fomentar medidas de flexiseguridad, que permitan combinar la mínima flexibilidad necesaria con la creación de empleo que el país necesita”.
Ignacio Sánchez, counsel de Garrigues, ha destacado en su intervención que “la contratación es el tema más controvertido de esta reforma, al menos para las empresas, la que genera más dudas. Hay un cambio de enfoque hacia la contratación indefinida, pero hay términos ambiguos o que dan margen a interpretación. No sabemos aún si los contratos fijos discontinuos podrán cubrir todas las necesidades de las empresas”.
Por su parte, Sandra Gómez, socia senior laboral de Deloitte, ha querido mostrar su posición señalando que esta nueva ley “no se trata de una derogación al uso de la reforma laboral de 2012, lo que se hace es centrarse en los tres bloques prioritarios mandados por la UE y puede que alguno toque áreas de la reforma de 2012 pero no la cambia punto por punto. Es una reforma de calado, eso sí, pero no una contrarreforma”.
Por último, Juan Antonio Saldaña, abogado de Bachiller, De la Rosa, y Saldaña Abogados, ha afirmado que “hay que diferenciar la política de la ley. Algunos vendieron que esto iba a ser una derogación de la anterior reforma, pero la realidad es que los que se han sentado a negociar sí tenían las ideas claras de qué debían negociar, cuáles eran sus deberes, y los han hecho muy bien. Estoy orgulloso de que en España hayamos podido llegar a este acuerdo. La práctica será otra cosa y cada cual tendrá que arrimar el hombro”.
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