Uno de los puntos más importantes en cuanto a la higiene de la mascota, es saber cómo limpiar las orejas de un perro. En las orejas encontramos un conducto que se dirige hacia el tímpano, este conducto tiene en sus paredes unas pequeñas estructuras que segregan cera, lo que ayuda con la protección del oído interno.
Es decir, existe una producción natural de cera, la cual debe ser retirada de forma habitual para que no se creen depósitos de bacterias o suciedad que puedan provocar problemas a largo plazo.
¿Qué necesitas para limpiar las orejas de tu perro en casa?
Principalmente debes evitar el uso de bastoncillos o hisopos, debido a que pueden causar un daño en el tímpano si el animal se mueve mientras lo limpias. Asimismo, el algodón tampoco es una opción a la hora de limpiar las orejas de tu perro, debido a que éste suele dejar restos que pueden ocasionar infecciones u otros problemas auriculares.
Por ello, lo más recomendable es utilizar gasas o papel, además de un producto que esté previamente indicado por el médico veterinario de tu mascota.
Entre los tantos productos, te aconsejo el uso de aquellos que incluyen aceites esenciales, como Otichem u Otifree ideales para una limpieza periódica y que ayudan a eliminar suciedad sin problema. Estos los puedes conseguir en la Tienda Veterinaria.
También se pueden usar guantes, principalmente si tu perro tiene alguna infección, haciendo el proceso más higiénico.
¿Cómo limpiar las orejas de tu perro?
- Con el animal en el suelo o preferiblemente sobre una mesa, descubre las orejas y primero pon un poco del limpiador.
- Sin soltar la oreja, debes hacer un suave masaje en la base del oído para que el líquido se distribuya correctamente en todo el pabellón auricular y desprenda toda la suciedad.
- Debemos repetir estos mismos pasos en la otra oreja antes de comenzar con la limpieza como tal.
- Es importante dejar que tu perro sacuda la cabeza, para que así el sucio salga con mayor facilidad del conducto. Esto lo hará como un reflejo, al instante de terminar de aplicar las gotas. En caso de no hacerlo mientras está sobre la mesa, puedes bajarlo al suelo para que pueda hacerlo con mayor comodidad.
- Para finalmente comenzar con la limpieza, coges una gasa e introduces el dedo, cubierto con ella, dentro del pabellón auricular, para retirar delicadamente toda la suciedad.
- La limpieza con la gasa debe repetirse varias veces hasta que salga lo menos sucia posible.
- Con otra gasa limpia se hace lo mismo en la otra oreja. Es importante no reutilizar las gasas, ya que, si hay infección en una de las orejas, se corre el riesgo de traspasarla al oído sano.
- Cuando ya hayas terminado, puedes notar que la piel de dentro de la oreja está un poco enrojecida. Sin embargo, no debe preocuparte, debido a que esto se da gracias al efecto mecánico de la fricción de la gasa sobre la piel del canal auditivo.
¿Cuándo limpiar las orejas de tu perro?
Desde que tu perro es solo un cachorro, debes acostumbrarte a limpiar las orejas de un perro, de esta manera no será un problema hacerlo cuando sea adulto. De no ser así, el proceso será un poco más difícil y traumático para tu amigo.
Lo ideal es hacerlo una vez a la semana, evitando de esta forma que se acumule cera y puedan crearse posibles infecciones como la otitis. Sin embargo, te recomiendo que antes revises las orejas para asegurarte de que están verdaderamente sucias, y no hacer pasar a tu perro por este proceso tantas veces seguidas.
Si tu perro corresponde a una raza con orejas grandes y caídas, puede que necesite esa limpieza semanal, ya que será más fácil para él acumular suciedad y presentar una infección.
¿Para qué sirven los productos de limpieza para las orejas?
Encontrarás diversos productos, cada uno para un uso específico. Entre ellos está el Nacotil, que es perfecto para limpiar antes de la aplicación de algún tratamiento. También puedes encontrar productos a base de solución fisiológica como el Otcvet y el Ocucan Rex, que se pueden utilizar aun cuando se administre antibióticos y como limpiador habitual.
En la Tienda veterinaria El Estrecho, podrás conseguir todos los productos necesarios para limpiar orejas de perro, además de mecanismos más cómodos para realizar la limpieza, como el Dedal Limpiador. Esta es una forma práctica de retirar los residuos sin hacer daño al animal.
Otros productos como el Abelia ZN-OTIC, están especialmente indicados para el tratamiento preventivo de mascotas con otitis externa.
Ventajas de los productos para la limpieza de las orejas
- Estos son principalmente de fácil aplicación, ofreciendo mecanismos que posibilitan utilizarlos sin complicaciones.
- Se encargan de suavizar e hidratar, haciendo que la cera se desprenda fácilmente.
- Hace más resistente la epidermis del pabellón auricular, para no dañarla mientras se limpie.
- Ayudan a la cicatrización y previenen el dolor, incluso cuando tu perro sufre de otitis.
- Retira del oído externo toda la suciedad, cerumen y secreciones.
- Actúa como antiséptico y antiinflamatorio, previniendo las infecciones, pero también ayudando a combatirlas.
¿Qué pasa si no limpio las orejas de mi perro?
Uno de los mayores problemas que trae consigo el no limpiar las orejas de tu perro, es la otitis. Esta es una infección causada por la acumulación excesiva de cera que se puede volver recurrente sino se trata de la forma debida, o si no se mantiene una higiene adecuada.
Para saber si tu perro tiene otitis, debes evaluar bien sus orejas cada vez que vayas a limpiarlas ya que pueden aparecer algunos síntomas que son fáciles de reconocer. Los síntomas como el enrojecimiento o inflamación en los pliegues cutáneos y presencia de secreciones purulentas, son los más comunes.
Por otro lado, también notarás que el perro sacude la cabeza constantemente, se rasca o frota las orejas y en algunos casos el pabellón auricular completo puede verse afectado.
Además de un tratamiento médico adecuado, la otitis también puede combatirse manteniendo unos oídos limpios y eliminando todo el pelo muerto que se acumula en los bordes del conducto auditivo externo. De este modo, te estarás deshaciendo de uno de los mayores puntos de acumulación de las bacterias que producen esta enfermedad.