[ad_1]
Hace casi tres años el Eurobarómetro publicó un dato abrumador: un 44% de los europeos aún creía que la responsabilidad de la mujer es cuidar del hogar y el 43% señalaba que el papel del hombre es llevar el dinero a casa. Recién estrenado 2020, muchos creen que la situación para la mujer en este sentido ha mejorado mucho, aunque los datos no son tan optimistas.
De hecho, el Informe de Igualdad de Género 2019 sitúa a España como el noveno mejor país de la UE en esta materia con 70 puntos y con un crecimiento de tan solo el 1,8% respecto a 2017. En este sentido, Aiwin, servicio en la nube de videojuegos corporativos, ha detectado 6 aspectos del contexto sociolaboral de la mujer que indican que aún queda mucho por hacer para alcanzar una igualdad real:
Hay menos mujeres trabajadoras. En España trabajan más de 9 millones de mujeres, según los últimos datos de la EPA, una cifra que todavía es inferior a los casi 11 millones de hombres ocupados. Además, la tasa de paro sigue siendo mayor en el caso de las féminas, con un 16% de mujeres paradas respecto al 12% de los hombres.
Sufren más parcialidad. Todavía sigue presente la idea de que la mujer tiene que elegir a su familia frente a su empleo. Por eso no es de extrañar que el porcentaje de mujeres en contratos parciales siga siendo mucho mayor que el de los hombres: un 24% de las mujeres trabaja a jornada parcial frente al 7% de los hombres, según la EPA.
E inestabilidad laboral. La estabilidad en el empleo sigue siendo predominantemente masculina, ya que hay aproximadamente un 13% más de hombres con contrato indefinido que mujeres.
Brecha salarial. Los distintos tipos de contratos, junto a otros factores, llevan inevitablemente a una diferencia entre el sueldo medio entre hombres y mujeres. Los últimos datos del INE arrojan que la brecha del salario medio bruto entre hombres y mujeres es de casi el 22%. Dicho de otra manera, ellos ganan casi 6.000 euros más al año que ellas.
Segregación laboral horizontal. El mercado profesional ha evolucionado, pero las aspiraciones laborales de los más jóvenes no lo han hecho. La escasa visibilidad de la mujer en áreas STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) provoca poco interés por parte de las jóvenes y niñas en carreras cada vez más demandadas. De hecho, solo un 7% de ellas se ve como científicas en el futuro, según datos de la Iniciativa 11 de febrero.
Segregación laboral vertical. No solo hay profundas diferencias de género entre los distintos sectores laborales, también las hay entre los puestos de responsabilidad que ocupan hombres y mujeres. Esta situación, conocida como ‘techo de cristal’, es especialmente acusada en España, ya que solo hay un 8,5% de puestos de presidencia ocupados por mujeres entre las empresas del IBEX 35, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Recientemente, la compañía energética Cepsa ha apostado por SHE, la plataforma desarrollada por Aiwin para detectar estos sesgos y fomentar la diversidad e inclusión en el ámbito empresarial. “Uno de los obstáculos a salvar en el camino de la igualdad son los sesgos inconscientes, que nos impiden ver que en las empresas a veces aún tenemos prejuicios a la hora de tomar decisiones. La formación a través de herramientas como SHE nos ayuda a tomar conciencia de ellos, lo que resulta fundamental para superar estas barreras y continuar avanzando hacia la paridad”, ha destacado Margarita Marcos, sponsor de diversidad en Cepsa.
Para Sergio Jiménez, CEO de Aiwin, “pese a los esfuerzos que hemos hecho en nuestro país para reducir la brecha entre hombres y mujeres, estos datos confirman que aún queda mucho trabajo por delante”. En este sentido, el también fundador de Aiwin destaca que “muchas de estas desigualdades tienen su origen en nuestros sesgos, que inconscientemente nos hacen ver diferencias entre hombres y mujeres donde no las hay. Detectarlos y dominarlos, gracias a innovadoras soluciones como SHE, nos ayudarán a construir una sociedad más justa e igualitaria”.
[ad_2]