Aún con todos los años que llevan en desarrollo y expansión por todo el mundo, está demostrado que existe un factor ‘especial’ que se desarrolla al trabajar en un workspaces. ¿Qué consigue que un espacio de trabajo, formado por diferentes tipos profesionales de diferentes áreas, se posicione como un buen lugar para trabajar en un entorno común y compartido sin dejar de ser efectivo?.
En opinión de Gran Via Business & Meeting Center, referente del sector de espacios de trabajo y oficinas flexibles en Barcelona, las personas que utilizan este tipo de espacios de ven su trabajo como “algo significativo”, en referencia a que pueden centrarse plenamente en su labor sin tener que preocuparse de otros factores que puedan condicionar su día a día. Según explican desde este centro de negocios, hay factores a tener en cuenta y que permiten un crecimiento empresarial:
Por una parte, a diferencia de una oficina tradicional, los workspaces están formados normalmente por una variedad de empresas y proyectos diferentes entre sí. Debido a que hay poca competencia directa interna en el espacio, los usuarios no se sienten tan presionados para tener que destacar y les permite fortalecer y trabajar de manera más pausada y reflexiva su propia identidad laboral.
Por otro lado, el no tener competencia de forma habitual en un mismo espacio permite ayudarse mutuamente y crear sinergias entre empresas que puedan aumentar la cartera de clientes, ¡y es que pueden existir muchas oportunidades para realizar este tipo de acciones! La variedad de trabajos y especialidades que se puede encontrar en un workspace significa que la comunidad de usuarios tiene el potencial de abarcar profesionales de áreas tan diferentes que pueden proporcionar oportunidades de negocio a otros miembros del centro.
Pero si por algo destaca también el poder trabajar en un espacio de oficinas flexibles según explican desde Gran Via BC, es por el crecimiento personal que también permite:
Los usuarios tienen más control sobre el trabajo ya que estos espacios son accesibles la mayor parte del día durante toda la semana laboral. De este modo, todos los usuarios pueden decidir si dedican un ‘día largo’ cuando tienen una fecha límite o quieren mostrar un progreso, o pueden decidir tomar un descanso a la mitad del día para desconectar. Pueden elegir si quieren trabajar en un su espacio propio para poder concentrarse, o en un espacio común con mesas y en una zona diferente, como es el caso de la terraza de este centro de negocios de Barcelona. Incluso pueden decidir trabajar desde casa, sin repercusión, pudiendo mantener la asistencia del equipo del workspace sin dejar de atender una necesidad familiar.
“Demasiada autonomía en realidad puede paralizar la productividad porque las personas carecen de rutinas”, señalan desde el equipo de Gran Via BC, en referencia a cómo sus años experiencia les permiten observar en sus usuarios las ventajas de tener una comunidad en la que trabajar, que les ayuda a crear estructuras y una disciplina que los motive. Así, paradójicamente, alguna forma limitada de estructura permite un grado óptimo de control para los trabajadores.
Entonces, ¿cuáles son las implicaciones para las empresas tradicionales? Aunque el movimiento de los workspaces y oficinas flexibles tiene sus orígenes entre autónomos, emprendedores y la industria tecnológica, es cada vez más relevante para una gama más amplia de personas y organizaciones. De hecho, trabajar desde un workspace puede convertirse en parte de la estrategia de una empresa y puede ayudar a que su gente y el negocio prosperen.
“La combinación de un entorno de trabajo bien diseñado y una experiencia laboral bien atendida por profesionales capacitados es parte de la razón por la que las personas que trabajan en el trabajo compartido demuestran altos niveles de rendimiento”, señalan desde Gran Via BC. Desde su punto de vista trabajar en un worksapce permitirá que los usuarios se sientan más comprometidos con su trabajo y es más probable que aporten sus mejores energías e ideas cada día.