Las enfermedades vinculadas con la salud sexual pocas veces forman parte de las conversaciones. Sin embargo, afectan a una cantidad importante de personas. Alrededor del 20 % de los hombres españoles entre los 25 y los 70 años de edad sufren de disfunción eréctil. Por otro lado, 3,3 millones de hombres en el país presentan eyaculación precoz.
Ambas enfermedades afectan de manera notable la calidad de vida de las personas, principalmente en el ámbito psicológico. Para solucionarlo, es indispensable acudir a una cita con urólogos profesionales. En buscadores como Uromedics es posible encontrar clínicas y especialistas en esta área.
¿Cuáles son las causas de estas patologías?
Los problemas más comunes que afectan la salud sexual son la disfunción eréctil y la eyaculación precoz. En el primer caso, la erección es difícil de conseguir, débil o espontánea, además, se puede perder al cambiar de postura. En cambio, en el segundo caso la persona no tiene manejo del reflejo natural del placer. Además, puede ser una condición que siempre haya existido o puede aparecer repentinamente.
Ambos trastornos pueden deberse a causas psicológicas u orgánicas. En el ámbito psicológico, para ambas condiciones, el nerviosismo o la presión del encuentro pueden ser la principal causa. El fracaso en relaciones anteriores puede intensificar los síntomas.
Por otra parte, en el 90 % de los casos de disfunción, la causa es orgánica y se debe a la insuficiencia vascular o enfermedades como la diabetes o la hipertensión, entre otras. La causa orgánica del otro trastorno, en cambio, es la hipersensibilidad en las partes íntimas. Otra causa de esta condición es el aprendizaje erróneo de los encuentros, adquiriendo hábitos complicados de cambiar.
¿Cómo se tratan las dos enfermedades?
Para diagnosticar cualquiera de estos dos problemas es necesario acudir a un médico especialista en la salud sexual masculina, un andrólogo o un urólogo. En el proceso, se utiliza la historia clínica del paciente, se realiza un doppler lineal o estudios de los conductos nerviosos y se mide la sensibilidad del paciente.
Una vez diagnosticada la persona, el especialista debe recetar un tratamiento adecuado a cada paciente. En el caso de la disfunción, se puede aplicar la farmacología junto a ondas de choque para la parte orgánica y para el componente psicógeno (primario), ayuda psicológica o terapia psicosexual.
En cambio, para la eyaculación precoz, los especialistas recomiendan seguir una estrategia que incluya asesoramiento profesional de terapia psicosexual, cambios conductuales, ejercicios de autocontrol y medicamentos. Además, se aconseja mantener relaciones íntimas más prolongadas y trabajar en la confianza propia y en pareja.
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