En 2010, una expedición descubrió un barco que había naufragado en el archipiélago de Aaland en 1880, entre Suecia y Finlandia. Entre otros objetos, los investigadores encontraron 168 botellas de champán en el fondo marino. Después de más de un siglo en lo más profundo del mar, la bebida ya no tenía gas, pero el vino estaba intacto. A partir de este descubrimiento, comenzó a desarrollarse en distintas partes del mundo el envejecimiento submarino.
Una de las empresas dedicadas a esta actividad, en la que se combinan las ciencias del mar con técnicas de evolución del vino, es ElixSea. Esta start-up comenzó a operar en 2018 y descubrió que la evolución del contenido de las botellas sumergidas es hasta 4 veces más rápida que en tierra. Como resultado de este descubrimiento, hoy en día, ofrecen dos líneas de vino submarino cuyo envejecimiento se realiza en el mar Mediterráneo.
Vino submarino, fruto de un método científico
En la producción de vino submarino se emplean conocimientos de las ciencias del mar y de la enología. Para desarrollar una producción de este tipo es necesario estudiar las corrientes de agua, la profundidad y los ecosistemas que existen en cada área. A su vez, tras experimentar con más de 100 vinos distintos, desarrollaron las bases de una nueva ciencia: la Enología Marina.
ElixSea inició su actividad en un sector ubicado en la Costa Brava, que reúne las condiciones adecuadas de profundidad y está lejos de parques naturales. El tipo de suelo, las corrientes, las pendientes y otras características fueron analizadas con un software específico para elegir las coordenadas exactas. El proceso de investigación y desarrollo del proyecto supuso 4 años de trabajo.
Hoy en día, han desarrollado la misma tecnología, en la Costa Blanca donde depositan jaulas con botellas a una profundidad a 28 metros que reposan durante un período de entre 6 y 12 meses. Los vinos son previamente elaborados por la bodega Cellers de ScalaDei, de la región DOCa Priorat. Salvo el embotellado, el resto del proceso es manual. De esta manera se logra un producto, el vino submarino, que es único e irrepetible porque cada botella tiene su propio proceso.
Un proyecto sostenible que alienta la biodiversidad marina
El proyecto de ElixSea ha sido desarrollado desde un punto de vista sostenible. De hecho, la bodega submarina se ha convertido en un refugio para muchas especies de peces, moluscos, crustáceos y equinodermos, entre otras. De esta manera, las jaulas con botellas no solo sirven para envejecer el vino, sino también para aumentar el crecimiento de la vida en el área.
El vino submarino creado por ElixSea es un producto diferente elaborado de manera sostenible con las técnicas científicas de la Enología Marina, una disciplina innovadora que garantiza la calidad de envejecimiento de cada botella.