Durante el último año, alrededor del 40% de las empresas en el país han sido víctimas de ciberataques. Los sectores más afectados incluyen la industria financiera, el sector de la salud y los organismos gubernamentales. Los ataques de ransomware, la suplantación de identidad a través de plataformas de mensajería como WhatsApp y las técnicas de ingeniería social como el phishing, son algunas de las amenazas más comunes.
Para 2024, la inteligencia artificial (IA) jugará un papel crucial en la ciberseguridad, expandiendo su uso para incluir respuestas automatizadas y análisis predictivos. Esta tecnología permitirá anticipar amenazas mediante el análisis de datos históricos y tendencias actuales, mejorando la detección de amenazas y la respuesta ante incidentes. La IA, además, permitirá identificar anomalías que puedan indicar posibles amenazas, lo cual es fundamental en un entorno de ciberataques cada vez más sofisticados.
En años electorales, como el 2024 en Estados Unidos, la desinformación se convierte en un terreno fértil para la ingeniería social y las campañas de manipulación. Los ciberdelincuentes explotan las divisiones sociales para difundir información falsa y manipular la opinión pública, socavando los procesos democráticos. Este tipo de ataques incrementa la necesidad de estrategias robustas para proteger la información y mantener la integridad del proceso electoral.
La IA predictiva como tendencia emergente y la necesidad de subcontratar expertos en ciberseguridad
Según explican los expertos de G-Certi, el ransomware sigue siendo una amenaza significativa, con tácticas cada vez más complejas y negociaciones más agresivas. Se prevé que los daños causados por la ciberdelincuencia superen los 10.5 billones de dólares para 2025. Las empresas deben implementar estrategias de respaldo robustas, formación de empleados y planes de respuesta a incidentes para mitigar esta creciente amenaza.
Asimismo, la ingeniería social predictiva basada en IA se está convirtiendo en una tendencia emergente. Esta técnica utiliza la IA para crear campañas de phishing personalizadas a gran escala, aprovechándose de debilidades humanas como la impulsividad y la codicia. Las organizaciones deben realizar evaluaciones de riesgo de IA y considerar la subcontratación de expertos en ciberseguridad para enfrentar estas nuevas técnicas de manipulación.
La “confianza cero” y el valor de la norma ISO 27001
El concepto de “confianza cero” se está convirtiendo en un tema central en las discusiones empresariales en 2024. Basado en el principio de “nunca confíes, verifica siempre”, este enfoque implica la verificación continua de cada usuario y dispositivo, independientemente de su ubicación. Adoptar arquitecturas de confianza cero es crucial para proteger los activos de las organizaciones en un entorno de amenazas cada vez más complejo.
La norma ISO 27001 proporciona un marco estructurado y estandarizado para la gestión de la seguridad de la información. Su implementación ofrece varios beneficios clave, como la protección integral de datos, el cumplimiento normativo, la mejora de la confianza y reputación, la gestión de riesgos, la mejora continua y la resiliencia y respuesta a incidentes.
En resumen, la creciente complejidad de las ciberamenazas subraya la necesidad de estrategias avanzadas de mitigación. Las organizaciones deben comprender estas tendencias, aplicar las mejores prácticas y colaborar con expertos en ciberseguridad para garantizar una defensa sólida y preparada para el futuro.
En un entorno donde la tecnología y las amenazas evolucionan constantemente, la proactividad y la adaptabilidad son esenciales para proteger los datos y mantener la confianza del público.