Cambiar de país, dejar un trabajo estable, emprender, cuidar a alguien, hacer una pausa por salud. Todas son decisiones difíciles. Y todas tienen algo en común: exige una estructura financiera para poder tomarse con libertad. Según la OCDE, más del 50% las personas adultas no se siente preparada para afrontar decisiones económicas relevantes. Gabriela Vila, fundadora de Finanzas Nómadas, vivió su propio punto de inflexión tras un despido que cambió su rumbo. Hoy acompaña a personas en transición vital a crear su propio “Fondo de Tranquilidad”, un sistema que transforma la incertidumbre en autonomía y ayuda a tomar decisiones sin ansiedad.
Tomar decisiones en momentos de cambio
Hay etapas en las que todo se mueve: un cambio de país, el inicio de un emprendimiento, una separación, una pausa laboral o incluso una enfermedad. En esos momentos, el factor económico suele ser determinante. ¿Cómo sostener una decisión si no hay margen financiero? ¿Cómo parar, reinventarse o avanzar si el dinero no alcanza o no está ordenado?
Según el Global Financial Literacy Excellence Center, solo 1 de cada 3 personas a nivel mundial cuenta con conocimientos financieros básicos para enfrentar transiciones con seguridad. Esta falta de estructura genera ansiedad, confusión y, muchas veces, parálisis.
Gabriela Vila, ingeniera y educadora financiera, propone un enfoque distinto: no se trata de saberlo todo ni de tener grandes ingresos. Se trata de contar con una estructura clara que permita tomar decisiones con calma. Su propuesta se basa en el concepto de Fondo de Tranquilidad: un sistema que ayuda a dejar de improvisar y empezar a elegir con conciencia.
Estructura como herramienta de libertad y base para invertir
El Fondo de Tranquilidad es una estrategia financiera personal que permite anticiparse a lo inesperado. Va más allá del ahorro: ayuda a tomar decisiones desde la estabilidad, y no desde la urgencia. Gabriela Vila diseñó este método a partir de su propia experiencia y lo comparte a través de formaciones, mentorías y recursos digitales accesibles.
Su comunidad está integrada por personas de distintos perfiles: profesionales independientes, personas empleadas, expatriadas, emprendedores, familias en transición o personas que han atravesado situaciones que redefinen prioridades. Desde Finanzas Nómadas, Vila promueve una visión del dinero como herramienta de bienestar, y no como fuente de ansiedad.
Además, Gabriela subraya una idea clave: el Fondo de Tranquilidad es la base de cualquier estrategia de inversión sostenible. Sin una reserva previa, muchas personas caen en inversiones impulsivas o terminan retirando su dinero en el peor momento. Invertir sin estabilidad no solo es riesgoso: puede reforzar el miedo al dinero. Por eso, el primer paso es siempre recuperar margen de maniobra.
Conclusión
Decidir con libertad no es solo una cuestión de actitud. Requiere estructura, claridad y herramientas concretas. Iniciativas como Finanzas Nómadas acercan educación financiera a quienes necesitan tomar decisiones importantes sin perder de vista su bienestar, su propósito y su salud. Porque cuando el dinero deja de ser un obstáculo y se convierte en una base firme —incluso para invertir con inteligencia—, la vida cambia.