La inteligencia emocional es la capacidad que desarrollan los individuos para gestionar sus emociones mediante de su comprensión y uso conveniente.
A través de estas habilidades, las personas suelen reflejar empatía, autocontrol, buen humor, entusiasmo y motivación. Son características que sirven para fortalecer la interacción en la sociedad.
Al favorecer la interacción, la importancia de la inteligencia emocional en los equipos de empresas es un factor de primer orden para mejorar la productividad. Según la coach y experta Lola Pérez Arocha, este tipo de capacidades ayuda a generar un clima de trabajo donde los trabajadores pueden crecer.
Los ambientes nocivos hacen empresas menos rentables
Lola Pérez Arocha se ha convertido en una experta en inteligencia emocional desde hace más de 15 años. Provee a las personas formación que les sirve para conectar sus emociones, mejorar su autoconocimiento y ser más asertivos en la toma de decisiones. Con esta experiencia sabe cómo identificar elementos que evidencian la falta de inteligencia emocional en los equipos de una empresa.
Según su óptica, la empresa es un lugar donde confluye un importante número de personas, cada una con su realidad y sus características emocionales particulares. Si esas diferencias no son debidamente canalizadas se pueden producir roces, fricciones o enfrentamientos, que afectan la productividad porque los proyectos no se concretan.
La experta explica que el ambiente de trabajo se torna asfixiante y se incrementa la rotación de personal, donde se pueden perder elementos valiosos. Con la desintegración de los equipos, se diluyen los objetivos comunes, la cultura organizacional y el sentido de pertenencia. Todo ello entorpece el cumplimiento de las metas.
¿Por qué es importante la inteligencia emocional en los equipos de empresa?
La importancia de la inteligencia emocional en los equipos de las empresas se debe a que con estas facultades sus integrantes pueden canalizar sus reacciones. Eso significa, según esta coach, transformar las organizaciones desde dentro. Asegura que con estas capacidades los empleados desarrollan sus talentos y, al mismo tiempo, los vinculan con los valores de la compañía.
Un empleado con ese nivel es valioso porque en el mundo globalizado de hoy los trabajadores de cualquier organización son, a su vez, sus embajadores. Es un rol que se ha visto fortalecido por el auge de las redes sociales, a través de las cuales se pueden viralizar sus emociones.
Cuando se mejora el clima laboral, gracias a la inteligencia emocional se consigue reducir el estrés y la rotación de personal. Mejora el rendimiento laboral y los clientes reciben un mejor servicio. Con la empatía fluye la comunicación y eso se traduce en una mayor coordinación entre los miembros de un equipo. Lola Pérez Arocha asegura que todo consiste en incentivar la motivación al trabajo conjunto.