La forma de ser de las personas no es algo dado, inmutable e imposible de alterar. Nadie está condenado a ser depresivo, malhumorado o irascible toda la vida, sino que existen diferentes opciones para controlar las emociones.
Especializada en la gestión de las emociones, la terapeuta, coach y capacitadora Míriam Pascual es capaz de ser un apoyo para que las personas puedan desarrollar su inteligencia emocional, modificando las conductas propias con las que están disconformes.
Las emociones se pueden entender como información
Míriam Pascual ha desarrollado un método propio centrado en facilitar el hallazgo del equilibrio y alcanzar el bienestar a las personas que acuden a ella. Para esta especialista, lo primero para controlar las emociones es saber qué son, si se basan en una respuesta inmediata del organismo o si se reacciona positiva o negativamente ante un estímulo determinado. Desde el punto de vista de la terapeuta emocional Míriam Pascual, se trata de información y estas no se tienen que calificar necesariamente como buenas o malas. Por ejemplo, el miedo es una advertencia sobre un peligro, la ira puede dar fuerzas para enfrentar una situación que se percibe como limitante y el arrepentimiento indica que se ha cometido un error.
Según sostiene Míriam Pascual, existe una emoción para cada situación de la vida y todas cumplen una función, por lo cual no hay que huir de estos impulsos, sino aprender a controlar las emociones. Dejarlas de lado o tratar de ignorarlas es solo una fuente de problemas mayores, que adquieren la forma de enfermedades físicas o traumas sociales.
El control de las emociones deriva en una situación de mayor bienestar
El primer paso para controlar las emociones es la observación, ya que mediante su reconocimiento se puede poner un nombre a esa sensación. Después, resulta necesario indagar en las causas que derivaron en esa situación con el objetivo de intentar encontrar a una solución.
Controlar las emociones permite a una persona ser más positiva ante situaciones difíciles, por lo cual se constituye como fundamental para el bienestar emocional. La situación contraria, o sea la desregulación emocional está asociada con problemas de salud mental y psicopatologías como la depresión, la ansiedad y el estrés crónico. Además, las emociones provocan sentimientos que a su vez derivan en acciones, como la huida ante el miedo. Conseguir un mayor nivel de bienestar es posible con la ayuda de un especialista en el control de las emociones, como Míriam Pascual.