Las fugas de agua en piscinas son mucho más frecuentes de lo que se cree: estudios estiman que la evaporación normal es de 2,5 – 3,75 cm semanales en la Comunidad de Madrid, pero una fuga estructural puede incrementar esa cifra hasta 10 – 30 cm por semana. Cuando el nivel de agua baja más que en un cubo de referencia, es prácticamente seguro que hay una fuga.
En España, las fugas en la red de abastecimiento urbano superan el 20 %, con variantes regionales que, en zonas como Madrid, se sitúan entre el 15 % y el 20 % . En piscinas, esto puede suponer miles de euros perdidos por temporada, sin contar los daños estructurales.
Una fuga de solo 10 litros/hora puede implicar un gasto anual superior a 100 €.
La detección temprana permite reparaciones localizadas por entre 200 – 600 €.
La reparación permite evitar deterioros mayores como humedades, corrosión y roturas graves en el vaso de la piscina.
Guijarro Fontaneros ofrece un servicio especializado para piscinas que combina: Detector de gas trazador, geófono y cámara de inspección de tuberías, logrando localizar fugas sin necesidad de realizar obras.
Diagnóstico inicial y prueba del cubo
El proceso comienza cuando el cliente se da cuenta o intuye que baja el nivel de su piscina más rápido de lo habitual. Él mismo, puede realizar una prueba comparativa entre el nivel de la piscina y un cubo lleno de agua. Este sencillo método permite determinar si la pérdida de agua supera la evaporación natural (estimada en 3 a 5 mm/día en Madrid)..
A partir de aquí intervendría la empresa especializada en fugas de agua en un proceso sin precedentes: detección de fugas en tres fases:
Localización no invasiva
En esta fase, se emplea una combinación de tecnologías de precisión:
Geófono profesional para identificar sonidos anómalos que indiquen pérdidas en tuberías enterradas o estructuras.
Gas trazador (hidrógeno y nitrógeno) que, introducido en las conducciones, se filtra por el punto exacto de la fuga y se detecta mediante sensores.
Cámaras de inspección de tuberías de alta resolución, que permiten observar el interior de las tuberías del sistema de depuración y su trazado exacto sin necesidad de abrir suelos o paredes.
Esta combinación permite detectar fugas en los circuitos de depuración como son: Retorno, skimmers, limpiafondos y fondo. Para fisuras del vaso, se puede utilizar un exclusivo localizador electrónico de fugas, que funciona mediante la detección del paso de conductividad eléctrica a través de dichas fisuras.
Reparación localizada en el punto de fuga.
Una vez localizada la fuga, el equipo realiza una intervención precisa, abriendo en el punto marcado y reparando la fisura o rotura de la tubería.
Prueba de presión y certificación
Tras la reparación, se realiza una prueba de estanqueidad para asegurar que no hay más pérdidas. El proceso finaliza con un informe técnico y la garantía escrita del servicio, lo que resulta especialmente valioso para comunidades y aseguradoras.
Además del ahorro económico, el servicio responde a una necesidad medioambiental urgente. En regiones como Madrid, donde las olas de calor y la sequía son cada vez más frecuentes, reducir el desperdicio de agua en instalaciones privadas y colectivas es ya un deber social.
