El aumento del interés por el bienestar físico y la apariencia ha impulsado un consumo creciente de suplementos nutricionales, especialmente entre quienes buscan mejorar su rendimiento deportivo o complementar su alimentación. Sin embargo, ciertos compuestos presentes en estos productos pueden tener efectos adversos sobre la piel. La Dra. Janeth Arévalo, dermatóloga en Loja especializada en acné, ha detectado en su consulta diaria una relación entre el uso de determinados suplementos y la aparición o agravamiento de esta afección cutánea.
Suplementos asociados a brotes cutáneos
Diversos productos utilizados con fines estéticos o nutricionales pueden alterar el equilibrio dérmico. La biotina, las vitaminas del grupo B (especialmente la B12), la creatina y las proteínas de suero de leche figuran entre los componentes más frecuentemente relacionados con el empeoramiento del acné. Se ha observado que estos ingredientes pueden influir en la producción de sebo, modificar el entorno microbiano de la piel o afectar la absorción de otras vitaminas esenciales para su regulación.
En el caso de los suplementos proteicos, el alto contenido en derivados lácteos y aditivos puede estimular procesos inflamatorios que favorecen la obstrucción de los poros.
El yodo es un oligoelemento esencial para la salud tiroidea óptima, pero en dosis altas puede provocar acné. Algunas de las principales fuentes de yodo son las algas kelp, el pescado, los huevos, la sal yodada y la leche. Igualmente, los esteroides anabólico-androgénicos son hormonas sintéticas que imitan los efectos de la testosterona. Estos suplementos hormonales sintéticos suelen recetarse para tratar la pérdida muscular o trastornos asociados con niveles bajos de testosterona. Sin embargo, a veces los culturistas los usan ilegalmente para aumentar el crecimiento muscular. Además de aumentar la masa muscular, también aumentan el tamaño de las glándulas sebáceas de la piel y fomentan el crecimiento de bacterias que causan acné en la superficie cutánea.
Evaluación dermatológica como elemento clave
Desde su consulta en Loja, la Dra. Janeth Arévalo aplica un enfoque clínico que contempla no solo el análisis de la sintomatología dermatológica, sino también los hábitos alimentarios y de suplementación de cada paciente. Esta perspectiva integral permite identificar factores externos que influyen en la persistencia del acné, más allá de las causas hormonales o genéticas.
El abordaje terapéutico se basa en una evaluación médica personalizada, orientada a eliminar o sustituir aquellos productos que puedan estar desencadenando brotes. Asimismo, se valoran otros aspectos como el tipo de piel, el uso de cosméticos y la exposición a situaciones de estrés, que también pueden incidir en el cuadro clínico.
El trabajo de la Dra. Janeth Arévalo pone de relieve la importancia de un diagnóstico dermatológico riguroso para abordar el acné de forma segura y eficaz. En un entorno donde el consumo de suplementos crece sin un control especializado, su labor como dermatóloga en Loja contribuye a reforzar la necesidad de una intervención profesional orientada a la salud cutánea desde parámetros de exclusividad, ciencia y prevención.
