El consumo de noticias entre adolescentes mayores de 14 años refleja un cambio significativo en las dinámicas informativas tradicionales. Según el reciente informe elaborado por Save The Children, el 72% de los adolescentes prefiere recurrir a amigos o familiares para informarse, mientras que el 60% utiliza las redes sociales como su principal canal de acceso a la actualidad. Este fenómeno evidencia un desplazamiento de los medios tradicionales hacia plataformas digitales y entornos cercanos. Goldie Uttamchandani, especialista en desarrollo personal y educativo, analiza cómo estas tendencias afectan a la capacidad crítica de los jóvenes y subraya la importancia de fomentar una alfabetización mediática adecuada.
Redes sociales: una herramienta con doble filo
Las redes sociales han adquirido un rol predominante en la vida de los adolescentes, tanto como fuente de información como canal de interacción. Según el informe, un 40% de los adolescentes admite no siempre ser capaz de identificar noticias falsas, y un 68,6% considera que las redes sociales y los creadores de contenido son confiables. Esta tendencia plantea riesgos de desinformación y la propagación de contenido no contrastado, especialmente entre un público joven con menor experiencia en la verificación de fuentes.
Este contexto pone de manifiesto la necesidad de promover la alfabetización mediática para garantizar un consumo crítico de contenidos. Goldie Uttamchandani, a través de sus programas de formación y talleres, destaca que «es crucial que los adolescentes desarrollen habilidades para contrastar información y detectar señales de contenido engañoso».
Impacto emocional y exposición a discursos de odio
El informe subraya también los riesgos emocionales y sociales a los que se enfrentan los adolescentes en estas plataformas. Las chicas, en particular, reportan recibir más mensajes agresivos que afectan su autoestima y bienestar emocional. Además, los adolescentes están expuestos a discursos de odio que perpetúan estereotipos machistas, racistas y homófobos, dificultando la creación de entornos digitales seguros y respetuosos.
A través de una encuesta realizada a 3.315 adolescentes mayores de 14 años y cinco grupos de discusión, Save The Children ha conseguido un análisis profundo de estas dinámicas. En este sentido, Goldie Uttamchandani pone énfasis en la importancia de reforzar la educación emocional y la capacidad crítica de los jóvenes: “La combinación de competencias digitales y habilidades emocionales puede marcar la diferencia en cómo los adolescentes gestionan los desafíos del entorno digital».
En un panorama en el que los medios tradicionales pierden relevancia para las nuevas generaciones, la labor de especialistas como Goldie Uttamchandani es clave para abordar las implicaciones de esta transición hacia las plataformas digitales y su impacto en el bienestar de los adolescentes.