Por sus sabores y su presentación, los productos alimenticios son siempre motivo de aprobación. La calidad en el producto final es uno de los aspectos en que reparan las empresas, grandes y pequeñas que se dedican a este sector.
Por esa razón, en muchas ocasiones se resguardan bien los sistemas y procedimientos, los cuales son prácticamente secretos para lograr una producción de calidad. Así es como piensan empresas como Torrencinas y Rodilla&González, productoras con historia y tradición que lleva al deleite a quienes degustan sus productos, las cuales saben dónde encontrar jamón ibérico de bellota de gran calidad.
Tradición que pasa de generación en generación
Las dehesas de la península ibérica destacan por muchas razones, pero esencialmente porque son la cuna de uno de los productos emblema de la zona, como lo son sus jamones y paletas de bellota ibérica. La tradición ha pasado de generación a generación y se han mantenido gran parte de los métodos que se usaban hace muchos años y que dieron como resultado la unión entre las marcas Torrencinas y Rodilla&González.
Se trata de dos marcas de productos alimenticios que se basan en la cría de cerdos de la zona de Salamanca y Extremadura. El principio básico que manejan es seguir incorporando elementos de la naturaleza a todo el proceso de elaboración, que comienza con la cría de los animales, hasta el proceso de curación en secaderos naturales.
Las condiciones ambientales inciden en el resultado final de estos productos. La humedad del ambiente, la procedencia de los cerdos que son de raza ibérica, el alimento que está basado en bellotas, todo se conjuga para que resulten excelentes productos de sabor inigualable.
El proceso además incorpora técnicas para curar los jamones de entre 36 y hasta 60 meses, lo que influye en ese sabor particular que los caracteriza y que los ha hecho merecedores de la aceptación en España y en otros países.
La unión de la tradición con la modernidad
Los jamones ibéricos de bellota pueden encontrarse en distintas charcuterías especializadas en este tipo de productos, pero fundamentalmente en el portal web de Torrencinas. El negocio conserva sus prácticas tradicionales en la producción, pero al mismo tiempo incorpora elementos modernos destinados justamente a la comercialización.
La familia Rodilla González ha estado frente al negocio desde los inicios de la marca y, más recientemente, es Atilano Rodilla González quien dirige la pequeña empresa artesana. Junto a un equipo de profesionales y conocedores del área, han sabido incorporar la tecnología al proceso de venta que permite comprar jamones, chorizos, longanizas y otros más, a través de la página web. La internacionalización es otro de los factores que han permitido crecer y dar a conocer los sabores del jamón ibérico de bellota.