En la actualidad, los problemas familiares son cada vez más habituales. Hasta en los grupos de familia más pacíficos puede ocurrir una discusión, y si no hay una solución rápida, todo puede terminar con una intervención judicial.
La participación de la justicia no tiene por qué generar un mayor conflicto del que ya existe, sino que a través del diálogo y reglas claras se puede alcanzar un buen acuerdo que conforme a todos. Así lo entienden en Bueno Salinero Abogados, un despacho de abogados de familia que se ubica en la ciudad de Salamanca, España, y brinda un servicio personalizado para la resolución de este tipo de casos.
Los abogados de familia en Bueno Salinero Abogados
Cuando las personas deciden contratar un abogado, buscan una respuesta rápida, profesional y sincera. Al tratarse de un caso de familia, donde puede existir la participación de un menor de edad, es importante transmitir cercanía y compromiso con el cliente.
Los abogados de familia que forman parte de Bueno Salinero Abogados buscan que la atención sea personal, brindando un seguimiento constante en cada caso. Con el objetivo de cumplir con esta idea, solo intervienen cuando saben que van a poder establecer respuestas concretas y plazos de resolución cortos.
Teniendo como base sus conocimientos, toman las situaciones de familia en las que manejan un importante poder de información. No admiten casos que se encuentran fuera de sus áreas especializadas. En Bueno Salinero Abogados centran su servicio de familia en separación y divorcio de mutuo acuerdo y contencioso y también en herencias testamentarias y abintestatos.
Un abogado de familia debe ser equitativo y tener capacidad de diálogo
Los extensos procesos judiciales provocan agotamiento y estrés entre las familias. Es por ello, que un buen abogado de familia tiene que intentar resolver la situación lo más rápido posible. Conseguir un buen acuerdo extrajudicial resulta fundamental para evitar la complejidad que conlleva una instancia de juicio.
Desde el despacho liderado por Gerardo Bueno Salinero prefieren intentar conciliar los intereses en juego a través de una mediación. Aunque si se agotan todas las instancias previas al juicio, cuentan con el conocimiento suficiente para garantizar una adecuada defensa.
Para ser un buen abogado de familia, es necesario tener vocación de servicio, empatizar con los problemas del cliente, intentar resolver los casos mediante el diálogo, ser objetivo ante los hechos y generar cercanía con los clientes (especialmente si hay niños involucrados). El abogado de familia dedica todos sus esfuerzos para que los conflictos familiares se resuelvan de una forma equitativa, respetando los derechos de todas las partes.
La intervención de la justicia en asuntos familiares debe ser de rápida respuesta para no generar más complicaciones de las que ya se observan. Para este tipo de trámites, los abogados de familia que se necesitan en España se pueden encontrar en Bueno Salinero Abogados.