El olor de la carne, el pescado y el marisco a la brasa en un restaurante familiar que invite a quedarse a disfrutar de una agradable velada, con actuaciones en directo y precios asequibles, se ha convertido en un proyecto de franquicia de alto rendimiento. Este es el modelo que propone La Abuela Santa, un emprendimiento que ya cuenta con dos locales de este tipo en Cantabria. Un equipo de jóvenes empresarios se ha marcado el objetivo de expandir la marca por toda España, ofreciendo toda la asesoría e información necesaria sobre esta franquicia de restauración.
Proyecto que une tradición e innovación
Ofrecer el sabor tradicional de las carnes y las delicias del mar Cantábrico al calor de la parrilla en un restaurante popular a un buen precio ha sido la estrategia clave de La Abuela Santa para ganarse la fidelización de los clientes. Además, la franquicia apuesta por la intacta permanencia de su estilo de cocina, ofreciendo la formación necesaria y asesoramiento continuo a los chefs, al equipo directivo y al resto del equipo de empleados. De esta manera, todo el sabor de las carnes y pescados a la brasa con técnicas tradicionales llegará a cada emprendimiento de La Abuela Santa que nazca en España. Trabaja los 365 días del año, por lo que resulta sumamente rentable para quien decida invertir en una sede de este restaurante en su localidad. Solo se requiere un local de 150 metros cuadrados y ajustar la decoración y el mobiliario al estilo de La Abuela Santa para ser contratante de una franquicia por cinco años, con posibilidad de renovación. La inversión es de 120.000€ y los restaurantes pueden instalarse en cualquier zona y además cuentan con carpas para disfrutar del aire libre.
Las primeras sedes en Cantabria
Con sede en Cantabria, los dos primeros restaurantes de La Abuela Santa son una parada obligatoria. El restaurante La Abuela Santa ubicado en Islares cuenta con un chef con más de 20 años de experiencia en brasas artesanales como Joseba Larrazábal Urra. Por su parte, la franquicia de Noja consta de tres plantas y una carpa para 300 comensales y el talento innovador del chef Gustavo Borges de Jesús, acompañado por el experto parrillero José Carlos Turrillo Paredes, oriundo de Cádiz. Ambos restaurantes han demostrado que con la franquicia de La Abuela Santa la inversión, estimada en 120.000 euros, se recupera en muy poco tiempo, gracias a la asesoría permanente del equipo líder en las áreas comercial, financiera, inmobiliaria y en el ámbito del marketing y el manejo de las redes sociales.
Disfrutar de los mejores platos a la brasa con animación incluida es posible gracias a la innovadora iniciativa de La Abuela Santa, que permite disfrutar de buenos momentos comiendo una comida de gran calidad por todo el territorio y con todas las facilidades.