Los vestidos personalizados de novia siempre han tenido una importancia crucial en este segmento de la industria de la moda.
Todas las novias desean el atuendo perfecto y, para lograrlo, este debe ajustarse perfectamente a la figura y el tamaño de la contrayente. Aquí nada se puede dejar al azar.
En este sentido, el atelier de Silvia Fernández tiene la opción de sus vestidos personalizados que son toda una sensación en España. La diseñadora expone que su secreto ha sido la atención a los detalles.
Beneficios de la personalización en los vestidos
Desde muy pequeña, Silvia Fernández creció rodeada de hilos, telas, agujas y patrones. Al lado de su madre, comprendió a muy temprana edad la magia que encierra un atelier. Fue en ese entonces cuando aprendió la satisfacción de diseñar y confeccionar una pieza especialmente para alguien. Y ese sentimiento cobra especial significado cuando se trata de un vestido de novia.
La diseñadora crea vestidos personalizados que se adaptan como ninguno a las particularidades anatómicas de cada novia. La altura, el largo de las mangas o del propio vestido y el ajuste de la cintura son aspectos que suelen ser un reto. Con la personalización se adaptan estos detalles a la perfección para que el vestido aparte de ser único siente como un guante.
Con la personalización se pueden hacer modificaciones en el diseño, así como escoger otros detalles para darle el toque particular de la novia. Silvia Fernández dice que más allá de trabajar en una pieza al gusto de la novia, lo más significativo es que es una experiencia reveladora para ella.
Los vestidos personalizados de Silvia Fernández
Los vestidos personalizados para novia de Silvia Fernández están disponibles en sus puntos de venta. La marca de diseños tiene presencia en diversos locales propios y espacios en algunos puntos de venta multimarca. En cualquiera de ellos, las novias pueden agendar una cita para comenzar el proceso de creación de su vestido soñado.
Silvia Fernández dice que el trabajo con cada novia se caracteriza por ser cercano, honesto y sencillo, que son los valores que perfilan la marca. Con esos principios van desarrollando un trabajo que, según la diseñadora, refleja el amor y la atención por los detalles. Cada vestido pasa por estrictos controles de calidad y revisiones minuciosas antes de ser entregado.
En los puntos de venta, las novias pueden observar diversidad de vestidos de las diferentes colecciones. Y se pueden encontrar ideas e inspiración que sirven como punto de partida para un diseño totalmente original y exclusivo. Silvia Fernández recuerda que el vestido debe ser ese elemento que todo el mundo recuerde el día de la boda.